Alcaldes del Olivo
LA RESONANTE Victoria del Olivo en las elecciones locales italianas ha reforzado a la coalición de centro izquierda que gobierna bajo la dirección de Romano Prodi. Los candidatos del Olivo han conservado las plazas fuertes municipales de Roma, Nápoles y Venecia, con un 60% e incluso un 70% de los votos. La victoria del Olivo en las elecciones directas a alcaldes, una modalidad que nació con las reformas de 1993, queda matizada por unos resultados más igualados en las elecciones de las listas de concejales.Estas elecciones reflejan un moderado desplazamiento hacia la izquierda de los electores de estos comicios, la cuarta parte del total italiano. El Olivo, con el apoyo de Refundación Comunista, logra así mantener el espacio de centro-izquierda, esencial para el ejercicio del poder en la Italia actual. La importancia de este poder municipal crece con la descentralización en marcha a través de la reforma de la Constitución, que previsiblemente dará a los alcaldes un papel importante en la configuración del sistema político italiano. Por ello, la victoria de los candidatos del centro-izquierda resulta aún más significativa, pues son ellos quienes más han hecho campaña por una amplia descentralización y por el federalismo.
Esta victoria refuerza el liderazgo de Prodi y la estabilidad de su Gobierno, tan sólo un mes después de que éste hubiera sobrevivido a las turbulencias que causó la pasajera retirada del apoyo parlamentario de Refundación Comunista al Gobierno minoritario del Olivo. El voto en las elecciones locales puede confirmar a Prodi en su política de avanzar hacia la plena participación de Italia en la moneda única desde un principio, en 1999, aunque para ello sea necesaria una estricta política de recortes presupuestarios.
Por su parte, la Liga Norte de Umberto Bossi no parece haberse visto afectada por la derrota en la alcaldía de Venecia, pues espera lograr una importante cuota de poder municipal en lo que llama la Padania. Ha sido la derecha, el Polo de las Libertades, formado por Forza Italia, de Silvio Berlusconi, y la Alianza Nacional, de Gianfranco Fini, la que ha quedado desplazada del centro y que puede entrar en periodo de inestabilidad a raíz de estas elecciones, que ya han hecho surgir muchas preguntas sobre el liderazgo del ex primer ministro y magnate de la televisión. El propio Berlusconi se ha preguntado: "¿Adónde va el centroderecha sin mí?". Él mismo se ha contestado: "A ninguna parte". Claro que la falta de alternativa a Berlusconi no es garantía de éxito para el Polo.
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