El tabaco ha matado a 600.000 españoles en 15 años, según el mayor estudio elaborado

La factura del tabaquismo llega a España como antes llegó a otros países desarrollados. Entre 1978 y 1992, murieron 621.678 españoles por cánceres y enfermedades respiratorias o vasculares atribuibles al tabaco. El hábito de fumar tiene la culpa de una de cada 5 muertes en varones y de una de cada 50 en mujeres, entre las que esta costumbre y sus efectos galopan vertiginosamente. Son datos del mayor estudio realizado hasta ahora, a cargo de expertos del Instituto de Salud Carlos III y de las universidades Autónoma de Madrid y del País Vasco.

37 de cada 100 españoles fuman, según los últimos datos disponibles de 1995. Consume tabaco un 47% de hombres y un 27% de mujeres. Pero, mientras entre los primeros el hábito desciende progresivamente, en las mujeres se duplica, especialmente entre las más jóvenes. Hace un poco más de una década, sólo fumaba un 16,6% de las españolas. Esta incorporación, tardía pero intensa, ha hecho que la mortalidad por cáncer de pulmón en este grupo haya crecido un 150% en 15 años, frente a un incremento del 22% en el varón. El punto de partida del informe, publicado este mes en la revista Medicina Clínica, recupera el mensaje de la Organización Mundial de la Salud al considerar que "debido a sus efectos sobre la salud, el consumo de tabaco ha sido reconocido como la causa aislada más importante de morbilidad y mortalidad prematura prevenibles". Así en esta recopilación epidemiológica se ha podido verificar que una de cada tres defunciones relacionadas con el hábito de fumar "acaece en personas menores de 65 años con una elevada esperanza de vida".

Asociación epidemiológica

Las enfermedades relacionadas con el tabaquismo en todos los estudios internacionales al res pecto abarcan desde cánceres localizados en el sistema respi ratorio, vejiga o riñón, hasta enfermedades cardiovasculares. Y, aún a la espera de estudios científicos que confirmen una clara vinculación biológica, hoy esta relación se establece "mediante una asociación epidemiológica repetida y habiendo descartado otros factores que puedan explicar la enfermedad"' explica José Ra món Banegas, uno de los autores del estudio y miembro del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo. Hoy todavía el mayor número de muertes por enfermedades relacionadas con el tabaco ocurren en hombres. Sólo un 6,6% afecta a mujeres. En los años estudiados y en los dos sexos, casi un tercio de los fallecimientos se deben al cáncer broncopulmonar; un 20% a enfermedades obstructivas crónicas; un 14,5% a cardiopatías y un 12,6% a enfermedad cerebrovascular. El resto se reparte entre otros tipos de cánceres y de problemas respiratorios.Los autores del estudio matizan que sólo se han recogido datos a partir de personas mayores de 35 años, descartando también los efectos del tabaco en la mortalidad de bebés de madres fumadoras. Por todo ello, no dudan en afirmar: "A pasar de que los resultados de este trabajo reflejan la enorme importancia de este problema, creemos que la metodología utilizada ofrece una aproximación conservadora del impacto del consumo del tabaco" sobre la mortalidad en España.

En otras palabras, la dimensión del problema tal vez sea mucho más dramática. En opinión de José Ramón Banegas, profesor de la Universidad Autónoma, estos datos reflejan, "en primer lugar, un alto tributo de muertes. Y en segundo lugar, ponen de manifiesto una insuficiencia en las medidas de control del tabaquismo".

El coste social del tabaquismo es hoy uno de los mayores argumentos de las sociedades desarrolladas que luchan por combatirlo. En España estas muertes suponen el 14% de la mortalidad total, y los gastos públicos que acarrea el tratamiento de las enfermedades asociadas a este hábito aún no han sido totalmente cuantificados.

También hay una reflexión individual: "La decisión de no fumar o de dejar de fumar es probablemente la decisión personal que aporta un mayor beneficio global para nuestra salud", concluye José Ramón Banegas.