El día del desengaño

Blair ha aprendido poco de los errores del Gobierno de Major. El anterior primer ministro, cuando tenía un problema, solía reaccionar con debilidad, demasiado tarde y bajo presión. ( ... ) La epopeya de la publicidad del tabaco, la fórmula 1 y las donaciones de su jefe, Bernie Ecclestone, son una nueva lección de cómo no debe actuar un Gobierno. ( ... ) Cada vez que The Times revelaba un hecho -desde la cantidad de la primera donación de Ecclestone hasta la posibilidad de una segunda- los laboristas reaccionaban mínimamente a la defensiva. Esta conducta ha sido evidente. ( ... ) Blair no pidió consejo, tal y como sugirió, a Patrick Neill sobre aceptar o no el dinero de Ecclestone tan pronto como tomó la decisión de hacer una excepción con Fórmula 1 en la prohibición de los anuncios de tabaco. Lo hizo cuando estaba claro que los periódicos iban a publicar la existencia de una donación. Después, cuando los laboristas decidieron seguir el consejo de Patrick Neill y devolver el dinero, se negaron a revelar la cantidad de la donación, o. el hecho de que se les había ofrecido otra. Sólo cuando The Times descubrió que la suma estaba más cerca del millón de libras que de las cinco mil el partido aceptó los hechos. (...) El partido laborista debería haber reconocido ambas donaciones -la real y la potencial- desde el principio y a cuánto ascendían. ( ... ) Para muchos de los seguidores de Blair esta semana marcará el comienzo del desengaño.Londres, 14 de noviembre