Efe y las cuentas de la Expo

Como dicen los periodistas anglosajones, los hechos son sagrados y las opiniones son libres. Así que nada tengo que objetar a las libérrimas opiniones que don Javier Pérez Royo vierte en su artículo de EL PAÍS del 7 de noviembre, titulado Lealtad territorial, en el que alude insidiosamente a la agencia Efe. Pero si esas opiniones se basan en datos falsos, no me queda más remedio, como presidente-director general de la agencia, que desmentir su afirmación de que la noticia de Efe sobre las cuentas de la Expo era una "información no contrastada" y que "lo que no es tolerable es que dicho informe sea filtrado tendenciosamente, que una agencia estatal le dé curso de manera todavía más tendenciosa y que el mensaje se transmitiera urbi et orbe (sic) sin la más mínima verificación". Efe se limitó a obtener, por sus propias fuentes y medios, un documento inobjetable, desde el punto de vista del interés general (algunos de cuyos datos ya había adelantado, por cierto, EL PAÍS en el mes de junio), con el que elaboró una noticia sin una sola palabra que no se ajustase a la verdad, para servirla de inmediato a sus abonados, pues la obligación de una agencia de prensa es trabajar con rigor, pero también con celeridad.La agencia Efe es una empresa nacional que sirve a todos los españoles y basa su prestigio en la credibilidad. Acaba de decir Miguel Delibes que "el gran peligro del periodista actual es que no contrasta la veracidad de la información". Ése es un mandamiento que los periodistas de Efe tratamos de cumplir todos los días, y en este caso se ha hecho a rajatabla. La agencia Efe no está en ninguna batalla política, defiende intereses generales y comprende que personas como el señor Pérez Royo puedan sostener puntos de vista estrictamente políticos. Pero su ilustre colaborador no puede pretender que los periodistas de Efe sean distintos a los demás y no cumplan con su obligación de dar noticias contrastadas.

EL PAÍS publicó, precisamente al día siguiente de la distribución de nuestro despacho, una información con el mismo título, prácticamente igual, y que incluso ampliaba detalles sobre el contenido del severo informe del Tribunal de Cuentas. ¿Pedirá el señor Pérez Royo el cese de su director?-