Plegaria entre pupitres

Lo de ayer sí que fue una experiencia religiosa. Aunque, por cierto, muy poco concurrida. La asociación de estudiantes católicos Universitarios para el Mundo cumplió a la una de la tarde con su promesa de oficiar misa en un aula de la Universidad Carlos III de Getafe, la primera que resonaba en estos pabellones desde que dejaron de ser, hace muchos años ya, un cuartel de artillería. Tan atípico oficio religioso era la respuesta, bendecida por el obispado de la ciudad, a la negativa del rector, Gregorio Peces-Barba, a la apertura de una capilla en el campus. Si se trataba de un desafío, el resultado fue bastante mediocre: apenas una docena de feligreses atendieron desde los pupitres a estas enseñanzas no regladas de las sagradas escrituras.La pobre concurrencia contrasta con el aluvión de firmas (1.091) que el colectivo católico había presentado ante Peces-Barba para avalar la petición del oratorio. Sólo un par de semanas después de que el rector echara por tierra su solicitud, apelando a la aconfesionalidad del Estado, los alumnos optaron por elevar sus plegarias en las mismas aulas con el -vicario general del obispado de Getafe, Joaquín López de Andújar, como principal mentor. Pese al despliegue, muy pocas almas escucharon esas oraciones.

Peces-Barba acabó enterándose del lugar acondicionado para el culto -el aula 5.59- a primera hora de la mañana, pero optó por el laissez faire y no intervino. "Ante todo", dijo, "la universidad es un marco de libertades. Prohibir el acto no se me ha pasado por la cabeza". Sin embargo, la máxima autoridad académica no ahorró críticas a la ceremonia y sus circunstancias. "Sorprende que un vicario venga a una casa que no es la suya y sin conocimiento del dueño de esa casa. A él mismo le he dicho que lo sucedido esta mañana supone, como mínimo, una desconsideración hacia esta universidad", protestó.

Casi al tiempo, un portavoz del obispado getafense confirmaba que el representante de Universitarios para el Mundo, Juan Ignacio Serrano, se había entrevistado con el vicario López- de Andújar para preparar el oficio de ayer, sin que ello signifique que la institución eclesiástica "haya promovido nada". "Simplemente", aclaró, "la Iglesia se siente con la obligación moral de dar un servicio cuando alguien se lo solicita".

Mientras la Carlos III continúe sin capilla, los estudiantes habrán de saciar sus necesidades espirituales, como han venido haciendo estos años, en una iglesia de los alrededores. Siempre y cuando, claro está, no se produzcan nuevas sorpresas. Por lo pronto, Universitarios para el Mundo ha reservado el aula 5.59 para todos los martes del cuatrimestre a la una de la tarde. ¿Habrá misa dentro de siete días? Dios dirá.