Flequillos satánicos en Afganistán
La lucha de los taliban por imponer sus creencias en Afganistán no tiene límites. El pelo, es una de sus obsesiones. Todo musulmán debe dejarse la barba, y ha habido funcionarios que perdieron su trabajo por afeitarse. La policía religiosa, que antes era el Departamento para Promover la Virtud y Luchar contra el Vicio, estaba ayer muy ocupada cortando el flequillo de los hombres. "Les cortamos el pelo que cae sobre la frente porque cuando se reza impide que tu frente toque el suelo; el diablo se interpone entre tú y Dios", explicaba con entusiasmo Maulawi Abdul Rashid DarKasti, armado con unas tijeras. "Hoy ya hemos cortado el pelo a 56 personas". Maulawi estaba en un cruce de Kabul donde detenía a autobuses y ciclistas, quitaba el tocado a los hombres y pelaba a aquellos que podrían llevar a Satán en el flequillo.
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