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¿Qué fue de MCI?

Un, mes después de la OPA lanzada por WorldCom, sigue la pugna por controlar la potencial aliada de Telefónica

Hace ya un mes que WorldCom revolucionó el mercado mundial de las telecomunicaciones con el lanzamiento de una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) sobre MCI, la aliada de Telefónica de España en América Latina. La empresa, con sede en Washington, afrontaba la recta final del proceso de fusión con British Telecom, propietaria ya del 20% de MCI. Pero la OPA de WorldCom tentó demasiado a los accionistas de MCI, a quienes ofrecía el doble que los británicos por sus acciones y movió todos los cimientos. Lo que parecía un giro definitivo al panorama de las macroalianzas en el sector volvió a cambiar varios días después con la entrada en liza de otro postor, la compañía de telecomunicaciones GTE, un gigante que gestiona 21 millones de líneas en Estados Unidos y tiene 102.000 trabajadores.La oferta de GTE es tan sustanciosa o más que la de WorldCom, con la diferencia a su favor de que ofrece dinero (28.000 millones de dólares, 4,2 billones de pesetas) y no acciones como WorldCom, que está dispuesta a pagar 30.000 millones de dólares (4,5 billones de pesetas) en acciones de la compañía resultante de la fusión.

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Ese matiz ha hecho que GTE se haya colocado mejor. Con la crisis bursátil, ha bajado el valor de la oferta de WorldCom -como resaltó el presidente de BT aprovechando la presentación de resultados de su empresa- y el valor de MCI, lo que realza la oferta en metálico de GTE.

En principio, la opción de GTE es más favorable a Telefónica por cuanto ofrece mayores garantías de continuidad a sus acuerdos con MCI y BT. Telefónica tiene suscrita una alianza con BT y MCI desde el pasado 18 de abril. Los acuerdos comprometen a la empresa española a compartir con MCI las inversiones en América Latina y, si ésta colaboración funciona bien, seguir el ejemplo con los británicos en Europa. A cambio, Telefónica ha conseguido contener las ambiciones de los anglosajones en el mercado español.

¿Qué ocurre si BT se queda sin MCI y gana WorldCom? Las ambiciones de WorldCom se orientan más al mercado doméstico y a la convergencia de Internet y la telefonía que a la expansión por América Latina. No es fácil que los planes de sir lain Vallance, presidente de BT, encajen con los de Bernie Ebbers, responsable de WorldCom, y su imagen de vaquero. La alianza WC-MCI-BT es bastante improbable incluso para los directivos de las compañías.

Revisión de acuerdos

En esas circunstancias, los acuerdos con Telefónica se tendrían que revisar uno a uno. La empresa española podría perder el apoyo financiero que está dispuesta a. prestarle BT en América Latina y se encontraría ante la posibilidad de que los británicos quisieran sacar partido a los 65.000 millones de pesetas que han invertido en España para competir con Telefónica. De hecho, la venta de BT Tel, la filial española de BT, está paralizada y su cartera de clientes supera ampliamente el millar.El presidente de Telefónica, Juan Villalonga, conoce los ries.gos y por eso ha ordenado a dos de sus hombres de confianza, Javier Revuelta, consejero delegado, y Juan Perea, director general, que mantengan contacto permanente con BT, MCI y, en la medida de lo posible, con GTE.

Esta última, que tiene la sede en Stanford (Connecticut, EE UU), ya ha manifestado a través de su presidente, Charles R. Lee, el deseo de mantener los acuerdos con BT si consigue MCI. Eso dejaría a Telefónica dentro de una alianza aún mayor. Pero entraña grandes riesgos.

Es muy probable que GTE quiera mantener una política de expansión en América Latina, pero también que pretenda llevar las riendas. Para eso compra una empresa incipiente en la región. GTE, que ofrece telefonía fija y móvil en 29 Estados de la Unión y de larga distancia en otros 50, está ya en Canadá, Venezuela, República Dominicana, Argentina y China. No cabe duda de que cuando contrató a. Ignacio Santillana, ex consejero delegado de Telefónica Internacional, estaba pensando en ampliar su terreno.

Santillana conoce a la perfección los entresijos de la Red Panamericana de servicios, el mayor activo de Telefónica en América Latina, porque fue él quien la puso en marcha. No será fácil la negociación y Telefónica tendrá que ceder en varios frentes.

El huracán internacional coge a Telefónica en un momento delicado. Súbitamente, ha anunciado que retirará algunas inversiones en el exterior; en el ámbito doméstico se enfrenta a la aparición de Retevisión, un firme competidor en telefonía fija; no ha cerrado el debate interno entre comunicaciones por satélite o cable; no ha zanjado su salida de Unisource; la reestructuración de plantilla se ha parado y mantiene un pulso sobre tarifas con Fomento y la Comisión del Mercado de valores que alienta los deseos de nuevos competidores por entrar en España.

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