Fotocopias

Quisiera hacer referencia al artículo de EL PAÍS del 27 de octubre de Miguel Bayón sobre las fotocopias ilegales en cuanto al robo que supone a los autores de sus derechos sobre la propiedad intelectual.El autor es, sin lugar a dudas, la pieza clave de la industria editorial. Es él quien recibe su soporte. Por ahí pasan encuadernadores, impresores, papeleros, diseñadores gráficos, editores, distribuidores y libreros.

Entre ellos está la figura del editor, que es quien pone en marcha todo el engranaje. El editor apuesta por un autor y un texto y financia su publicación. También es alguien comprometido con un fondo editorial, al que cuida, mantiene vivo y actualiza. El editor busca que las novedades suplan sus textos obsoletos o ya envejecidos y colabora de este modo en la cultura y la distribución de conocimiento.

Todo este esfuerzo se refleja consecuentemente en el precio del libro. Cuando el consumidor compra un libro está pagando, por una parte, la materia del libro -el soporte y el contenido-, y por otra parte, la estructura que permite que este producto llegue a sus manos, en donde, además, se garantiza su continuidad; es decir, que el lector y el estudiante podrán encontrar en el futuro libros nuevos y especializados.

Por esto, el pago de la licencia del derecho de copia del sector reprográfico no deja de ser un paliativo, que no mejora la situación. Aquí no sólo hace falta que la Administración opte por defender realmente el sector del libro, sino que también es imprescindible concienciar de esta situación a profesores y estudiantes que se desensibilizan frente a la materia del libro y pierden el goce de tener entre las manos uno de los objetos más preciosos que ha inventado la humanidad, sustituyéndolo por simples fotocopias que unifican lo mismo apuntes, diccionarios, revistas, manuales o incunables.-