El G-15 quiere impedir la aplicación de la "cláusula social" en el comercio mundial

La tormenta monetaria en el sureste asiático y la crisis de los mercados financieros, así como la negativa a aceptar una "cláusula social" en el comercio mundial, serán los asuntos centrales de la séptima cumbre del G- 15, el núcleo de países organizado en 1989 para intentar contrapesar la influencia del G-7, que reúne a los países más ricos del mundo. En las reuniones preliminares, Chile se ha unido a Malaisia, el país anfitrión, en la demanda de una regulación internacional de las operaciones en divisas que dificulte la especulación.

La cumbre se inicia el lunes en la capital de Malaisia, uno de los países castigados desde antes del verano por las turbulencias monetarias y bursátiles, aunque los ministros de Economía de los países miembros iniciaron el viernes los trabajos preparatorios y ayer se reunieron los titulares de Asuntos Exteriores.

En la reunión de responsables de Economía, a la que asistió el director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Renato Ruggiero, los países en vías de desarrollo propusieron que este organismo estudie el impacto de las operaciones de compra y venta de divisas en el comercio y la inversión internacionales. Chile se unió a la petición de Malaisia para que se pongan en marcha mecanismos de regulación de las operaciones en divisas que frenen la especulación.

Según un borrador de comunicado redactado por los ministros de Asuntos Exteriores, los países miembros estudiarán de forma conjunta cómo aumentar la penetración de sus productos en los mercados de los países más ricos. El G-15 acepta como "vital" el marco de relaciones laborales fijado por la Organización Internacional del Trabajo (0IT), pero se opone a los intentos de vincular unas condiciones de trabajo mínimas con el derecho al comercio internacional.