El nuevo cohete europeo 'Ariane 5' hace hoy su segundo vuelo de ensayo

El nuevo cohete europeo Ariane 5 tiene hoy su segunda oportunidad con el lanzamiento 502, tras la explosión del primer ejemplar, el 501, el 4 de junio de 1996. Más de un año han tardado los responsables M programa en revisar todo el sistema y subsanar los graves errores que provocaron la destrucción en el aire del primer lanzador, apenas 40 minutos después del despegue, cuyo desarrollo había costado un billón de pesetas.

La industria aeroespacial europea, decenas de empresas de 12 países, incluida España, se la juega hoy entre las 14.00 y las 17.00 hora peninsular, lapso de tiempo previsto para el lanzamiento del vuelo 502 de Ariane 5 desde la base de Kourou (Guyana francesa).A bordo van esta vez, tras el descalabro que supuso la destrucción de los satélites científicos Cluster en el primer intento, dos plataformas de instrumentos que simulan las cargas normales a poner en órbita en vuelos operacionales. También va un pequeño satélite con experimentos tecnológicos.

En el desarrollo del Ariane- 5, un programa de la Agencia Europea del Espacio (ESA), se invirtieron diez años de trabajo y un billón de pesetas, de los que España ha aportado un 3%. Varias empresas españolas, entre ellas CASA, Sener, Crisa e Iberespacio, participan en el programa. El accidente ha supuesto un coste adicional de 33.000 millones de pesetas para el programa Ariane 5. Los cuatro satélites Cluster que se perdieron habían costado 500 millones dé dólares.

Tras el descalabro del 501, la agencia espacial francesa CNES, contratista principal del programa, ha extremado la cautela. El Ariane 5 502 fue situado ayer en la plataforma de lanzamiento, una vez concluidas las últimas verificaciones.

La explosión del primer cohete se debió a un error garrafal en el software del sistema de guiado que provocó una inclinación excesiva del lanzador durante el ascenso. El Ariane 5 se inclinó excesivamente y se rompió a 3.400 metros de altura. Una gran explosión cubrió el cielo de humo y fragmentos incandescentes del cohete. Una comisión de expertos analizó las causas del desastre, repasó todo el programa y recomendó que se pusiera especial atención a los sistemas de sofware y electrónicos del sistema. También señaló que debía mejorar la comunicación entre las numerosas empresas implicadas en su desarrollo y construcción, pero no cuestionó la arquitectura general del cohete.

Tras el éxito obtenido por Europa con el cohete en uso, el Ariane 4, que ha superado ya los cien lanzamientos y que tiene casi el 60% del mercado mundial de puesta en órbita de satélites, la ESA tiene puesta toda su esperanza para la industria europea del sector en el Ariane 5, más potente y más barato que el modelo anterior. El nuevo lanzador mide 50,5 metros de altura y lleva un motor principal de combustible líquido más dos propulsores de combustible sólido, con un peso total en el lanzamiento de 740 toneladas. Debe ser capaz de poner en órbita geoestacionaria (la más utilizada por los satélites de comunicaciones, a 36 kilómetros de altura) artefactos de 6,5 toneladas de peso. El Ariane 5 ofrece un 40% más de empuje que el muy fiable Ariane 4.

El accidente del año pasado ha supuesto un retraso de más de dos años en la comercialización prevista del nuevo cohete. Si todo va bien hoy, dentro de seis meses se realizará un segundo lanzamiento de prueba, el 503.