La decisión de prohibir que se beba alcohol en la calle pasa de la Comunidad al Ayuntamiento

Al alcalde no le gusta que la gente beba en a calle; al consejero de Presidencia de la Comunidad, Jesús Pedroche, tampoco.Ambos son partidarios de prohibir esta actividad que, a su juicio, ensucia las plazas y atormenta al vecindario. Pero ¿quién pone el cascabel al gato de las copas madrileñas? El consejero afirmó ayer que la Comunidad "no tiene competencias" para prohibir a cuestión y que es asunto del municipio.Ayuntamiento, por ahora, se ha limitado a anunciar que cambiará una ordenanza para multar a bares que permitan sacar as bebidas a la calle.

Jesús Pedroche dio ayer "el primer paso para regular la marcha nocturna de Madrid". Se reunió, entre otros, con asociaciones de vecinos, responsables municipales, un miembro del Consejo de la Juventud que no pasa de los 20 años y que comentaba que sale "mucho", con representantes de las discotecas y con los de los bares de copas. El objetivo: sacar adelante el reglamento de la Ley de Espectáculos, que dictará, entre otras cosas, y antes de seis meses, a qué hora tendrán que cerrar los locales nocturnos.Pero la polémica más encendida quedó en el aire. La Generalitat Valenciana prohibió en septiembre que la gente beba en la calle. A la pregunta de si la Comunidad de Madrid iba a hacer lo mismo, el consejero de Presidencia contestó que el Gobierno regional "no tiene competencias" y que eso es asunto del Ayuntamiento. Añadió Pedroche: "De cualquier forma, estamos estudiando cómo se puede solucionar la cuestión". "A lo mejor", prosigió, "ni siquiera es competencia del Ayuntamiento y tiene que ser el Estado, porque tiene que ver con el orden publico".

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, ha manifestado repetidamente que "sería bueno" prohibir que la gente beba en la calle. Las razones que aduce son dos: el estruendo que se forma, que impide a los vecinos pegar ojo, y la suciedad que campea en las plazas y calles tomadas por la juventud por la noche.

El Ayuntamiento, hasta ahora, se ha limitado a anunciar una modificación en las ordenanzas para evitar que los clientes pidan una copa en la barra y la tomen fuera. La multa irá a parar a los bares que permitan esta práctica.

La Comunidad de Madrid acudió a la reunión de ayer pertrechada de un informe propio que explica algunas de las tendencias de los jóvenes y, en concreto, de sus aficiones nocturnas. En el texto se dice, por ejemplo, que las drogas de diseño "están haciendo auténticos estragos".

El documento prosigue que el "uso intensivo de la calle a altas horas de la madrugada genera graves molestias a los vecinos". El número de estos jóvenes es, según la Comunidad de Madrid, "cada vez mayor", y esto "facilita o propicia el inicio de estos adolescentes en el mundo del alcohol". Este incremento "ha motivado un aumento de los accidentes de tráfico a pesar de las campañas preventivas realizadas". Se añade que "la mayor parte de los locales de juventud no cuentan con medidas de insonorización".