_
_
_
_

El Tour regresa a su formato clásico

El Tour de 1998 no tendrá que ser necesariamente un calvario para ese puñado de grandes corredores, léase Alex Zülle, Abraham Olano, léase incluso Laurent Jalabert, que carecen, aparentemente, de la potencia descomunal del testarrosa alemán Jan Ulrich. El recorrido de 1998, desvelado ayer por la organización de la mayor prueba ciclista del mundo en un acto multitudinario que congregó como casi siempre a la mayor parte de la familia ciclista internacional. será más equilibrado, menos implacable con aquellos que no estén en estricto estado de gracia. Un Tour de regreso al clasicismo abandonado en 1996 y 1997, a los cánones habituales: contrarreloj antes de la montaña y etapas de transición entre Pirineos y Alpes.

Más información
Buenas noticias para Olano
Un recorrido para Induráin

El próximo Tour tendrá cinco etapas de alta montaña, dos en los Pirineos y tres más en los Alpes, pero estarán separadas por sendas jornadas de teórica recuperación y sólo habrá dos metas situadas en cumbre frente a las tres de este año. Si se compara con las, ocho jornadas consecutivas de montaña del pasado Tour y la extrema dureza de los perfiles que permitieron brillar con luz propia a Richard Virenque, se comprende la cara de decepción que el segundo clasificado compuso ayer nada más conocer el nuevo recorrido.Se comprende, igualmente, el gesto de fastidio de Fernando Escartín y del resto de los escaladores. "Me dan ganas de quedarme en casa en julio", dijo un abatido Marco Pantani desde Italia -el tercer clasificado del año pasado no se desplazó a París- "Me siento decepcionado. Parece que no saben que una de las cosas más importantes en ciclismo es el espectáculo de la montaña, y con este recorrido será imposible darlo".

Ullrich sonríe

A la decepción de Richard Viren que y Marco Pantani, el joven maillot amarillo de este año, Jan Ullrich, opuso un sonrisa franca y discreta, sin descomponer su estilo imperturbable de levantador de pesas. "Es un bonito trazado, me parece bien", dijo lacónico, dando a entender que el asunto de las diferencias de trazado no es una cosa que le preocupe. Asediado por las cámaras que esperaban captar una reacción algo más expresiva, Jan Ullrich se animó a decir que, efectivamente, le gustaría repetir el triunfo, pero que "hay una decena de corredores que pueden pretender sucederme". El corredor alemán admitió, finalmente, que el nuevo trazado puede favorecerle en la medida en que elimina en buena medida las situaciones límite y las incertidumbres que provocan los ataques de los escaladores. Más aún, y esto es algo que beneficia por igual a Jan Ullrich, a Alex Zülle, a Laurent Jalabert -no lo olviden, campeón del mundo contrarreloj- y a Abraham Olano: los corredores dispondrán de una contrarreloj de 58 kilómetros antes de llegar a los Pirineos, lo que permitirá a los bien clasificados adoptar una táctica defensiva en el terreno escarpado.Como puso de relieve Laurent Fignon, doble vencedor de la prueba, el Tour "tampoco puede ser cada vez más duro". Los 23 puertos de segunda, primera y fuera de categoría, frente a los 25 del último julio, dan prueba, en cualquier caso, de que hablar a la ligera de una prueba "menos dura" es incurrir en una monumental con tradicción. El Tour cumplirá como siempre con sus citas en las cumbres tradicionales del Aubis que, del Tourmalet, del Aspin, del Peyresourde -el trazado clásico de los Pirineos, la misma Pau-Luchon que reveló a Pedro Delgado en 1983- en los Pirineos, y con la Croix de Fer, el Galibier y la Madeleine, en los Alpes. Gran parte del recorrido discurre, además, por la mitad sur de Francia, lo que, unido al retraso del calendario, obliga a pensar en la canícula y a esperar jornadas asfixiantes.

A las cinco etapas clasificadas de alta montaña hay que añadir otras dos de media montaña, dos contrarrelojs que suman 117 kilómetros en total, incluido el prólogo de Dublín, y 12 etapas llanas hasta completar 3.850 kilómetros.

El Tour 1998 partirá por primera vez de Irlanda, nuevo escenario del prólogo y de las dos primeras etapas, y traspasará también la frontera suiza con una jornada de reposo y dos traslados, uno en avión de regreso de Irlanda y otro en Tren de Alta Velocidad (TGV), camino de París. Para no coincidir con el Mundial de fútbol, se iniciará con un retraso de una semana, el 11 de julio, víspera de la final del Mundial, y terminará el 2 de agosto. El pelotón estará formado por 20 o 21 equipos, ya que los organizadores quieren conjurar "el peligro del gigantismo". Tres de esos equipos, ONCE, Banesto y Kelme, serán con seguridad españoles. El Vitalicio, que aspira también a correr el Tour, deberá esperar a que le concedan tras el Giro una de las cuatro (o cinco) invitaciones.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_