La sociedad patrimonial de Roldán se nutrió con comisiones ilegales de Huarte
Europe Capital, la sociedad patrimonial en la que Luis Roldán ocultaba sus pisos y chalés, se constituyó con ingresos procedentes del cobro de comisiones ilegales pagadas por la constructora Hasa-Huarte, según acreditaron ayer los peritos judiciales Conrado Pérez y María Luisa López ante el tribunal que juzga el caso. Huarte obtuvo 17.000 millones de pesetas en obras de la Guardia Civil durante los siete años en los que el procesado dirigió ese cuerpo.Cuatro cheques del Banco Exterior de España por 2,5 millones fueron aportados a la constitución de la sociedad en 1990. En la misma figuraban como accionistas Roldán, su hijo Luis Javier y, posteriormente, su esposa, Blanca Rodríguez-Porto. Como administrador actuaba Jorge Esparza, director comercial de la constructora. Los peritos aseguraron que esos talones tenían como origen una cuenta de Huarte, presidida entonces por Mario Caprile.
Entre las siete viviendas que Roldán compró a nombre de Europe Capital figuraba un piso de 400 metros en la madrileña calle de Platerías por el que abonó 135 millones y que fue escriturado en 60. El minucioso rastreo de los cheques demuestra que para ello empleó cuatro fuentes de financiación y todas presuntamente ilegales.
El vendedor, Carlos Ibarra, recibió confiado 18 millones en 26 cheques emitidos por la constructora Laín, 12 en talones de Cubiertas Y MZOV, 60 en otros de Obrascon y cuatro procedentes de los fondos reservados, entre otros. Todos le fueron abonados por Esparza. Cada una de esas constructoras obtuvieron obras de la Guardia Civil o tramos de la autovía de Leizarán adjudicada por Gabriel Urralburu, entonces presidente de Navarra y procesado ahora por cohecho en una causa que se sigue en Pamplona.
Ayer, Pérez volvió a demostrar al tribunal hasta dónde puede llegar el seguimiento de un cheque. Cinco talones por 103 millones emitidos por Huarte resultaron ser el 3% exacto de la construcción del cuartel de la Guardia Civil de San Andrés de la Barca (Barcelona).
Este grupo de cheques fue compensado en mayo de 1989 y convertido un mes más tarde en otros seis talones. Uno de éstos, de 3.945.000 pesetas, acabó en las cuentas de Margarita Martín Arias, la madre de Esparza, y con el mismo se pagó la compra de un BMW en el concesionario Herranz, de Madrid. Ella juró ante el tribunal hace varias semanas que lo adquirió con sus propios ahorros.
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