Yurazseck, un zar pinochetista
Quien era llamado dos meses atrás El Zar de la Electricidad, admirado como el paradigma de la nueva clase empresarial chilena, audaz, ambiciosa e innovadora, un lobo capaz de expandir por América Latina los negocios del consorcio Enersis, es hoy blanco de críticas desde todos los flancos. Está aislado y muchos creen que sólo le quedan horas o días en el grupo que le vio crecer. José Yurazseck Troncoso, gerente general de Enersis, diseñó la llamada operación del Siglo, que le permitió a la española Endesa tomar un 29% y el control del consorcio. Yurazseck es un ingeniero que cuando era universitario, durante el Gobierno del socialista Salvador Allende, militó en la extrema derecha y dirigió grupos de asalto. Provenía de un hogar de clase media del sur de Chile. Alumno mediocre (suspendió electrónica tres veces), al terminar su carrera, después de un breve paso por la empresa privada, emigró hacia el laboratorio de la revolución neoliberal de la dictadura militar, la Oficina de Planificación (Odeplan) y llegó a subdirector.
Cuando salió de ese organismo era uno de los cruzados de la marea privatizadora. En 1983, mientras en Chile comenzaban las protestas masivas contra Pi nochet, cuyo régimen se debatía entonces. en la segunda mayor crisis económica . del siglo, asumió la gerencia general de Chilectra, una empresa estatal de dístribución eléctrica. Durante tres años elaboró el plan para traspasarla al área privada. Allí comenzó el capitalismo popular, vendiendo acciones a los trabajadores.
Un año después iniciaba la operación que le permitió controlar el consorcio. Encabezados por Yurazseck, 19 ejecutivos de Chilectra crearon las sociedades de inversión Chispas, dejaron la dirección en manos de cuatro socios, que podían operar sin restricciones, e invitaron a participar a los trabajadores y sus parientes. Con el 2% de las acciones de la empresa obtuvo préstamos que superaban 10 veces el valor de las garantías y las sociedades compraron acciones por debajo del valor en Bolsa.
Después del plebiscito de 1988, en que los chilenos derrotaron en las urnas a un Pinochet que quería ocho años más como presidente, en una reñida campaña en la que Yurazseck fue uno de los más tenaces defensores del "Sí" al general, gestó la operación que formó el consorcio. Creó la sociedad anónima Enersis, a la que transfirió la propiedad de Chilectra y sus filiales.
Con los altos beneficios de Enersis participó en la privatización de Endesa Chile que el Estado hizo perdiendo cerca de 681 millones de dólares, unos 102.000 millones de pesetas hasta lograr colocarse también en el negocio de la generación eléctrica, y después en el del transporte, configurando una integración vertical del sector que ha sido acusada de monopolista". La Endesa chilena y Enersis lograron beneficios insospechados.
Yurazseck creó su imperio aplicando el control de empresas en cascadas. Con un accionariado muy disperso, se trataba de conseguir la dirección sin restricciones mediante un porcentaje modesto de la propiedad. El grupo se expandió después por América Latina. Para el negocio con la Endesa española Yurazseck diseñó una cuestionada fórmula, en la que los ejecutivos que controlan el 0,06% de las acciones de las sociedades Chispas -uno de los cuales es él mismo- se quedan con casi un tercio de los 1.500 millones de dólares (225.000 millones de pesetas) que pagará la empresa española.
