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Un sindicato policial dice que personas con antecedentes trabajaban en el Guggenheim

El sindicato Erne de la Ertzaintza (policía vasca), al que pertenece un tercio de los 7.000 agentes que la integran, denunció ayer enormes deficiencias en los dispositivos de seguridad para evitar atentados en los Mundiales de ciclismo celebrados en San Sebastián hace dos semanas y en las fechas previas a la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao. Joseba Bilbao, portavoz de Erne, aseguró que "personas con antecedentes policiales y penales" por su implicación en altercados callejeros trabajaban en el interior del museo, al menos hasta su inauguración.

Joseba Bilbao señaló que los policías que custodiaban el edificio carecían de una lista de las personas y empresas autorizadas a entrar al recinto y que las peticiones para dotar a los agentes de chalecos antibalas fueron desatendidas por el Departamento de Interior del Gobierno vasco para no perjudicar la imagen de la Ertzaintza.Tanto en San Sebastián, donde estalló un coche bomba al paso de una patrulla de la Guardia Civil, como en el museo bilbaíno, donde ETA disparó al ertzaina José María Aguirre, que murió el pasado martes, la organización terrorista logró su objetivo de darse publicidad a nivel internacional. El portavoz de Erne esbozó un panorama desolador de los medios con los que tienen que trabajar los agentes.

Bilbao aseguró que interior no facilitó la lista de las compañías y personal autorizado a trabajar en el Guggenheim, porque alegó que se trataba de una labor desmesurada.

Pero además de criticar la ausencia de un control riguroso para entrar en el edificio, construido por Frank Geliry, Bilbao arremetió contra Interior por la penosa situación de los sistemas de comunicación de la Ertzaintza. "Son más un problema que una ayuda", aseguró. "Un ciudadano fue quien avisó a una patrulla, que también custodiaba el Guggenheim, del atentado contra nuestro compañero". Las peticiones para explicar el mal funcionamiento de este sistema, así como otras solicitudes de material ignífugo y furgonetas con protecciones especiales para la Ertzaintza, también caen en saco roto.

Bilbao criticó que tres peticiones para disponer de chalecos antibalas antes de la inauguración del museo, a la que asistieron los Reyes, no fueron atendidas porque Interior pretende evitar que la Ertzaintza tenga una imagen negativa ante los ciudadanos.

El sindicalista atacó con especial dureza a José Manuel Martiarena, viceconsejero de Seguridad. Bilbao desmintió las declaraciones de Martiarena después del atentado de San Sebastián, en las que aseguraba que se había organizado una operación después de la explosión del coche bomba y que se habían planeado dispositivos preventivos. "No existían. Se vivió un absoluto desconcierto", subrayó

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El sindicato policial Erne aseguró también que los 50 policías que participaron en el sistema de seguridad en el Museo Guggenheim tampoco recibieron órdenes específicas de protección. El sindicato anunció que pedirá a los grupos parlamentarios vascos la creación de una comisión técnica para investigar los hechos que denunció ayer.

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