El Ayuntamiento lleva más de ocho años sin abrir una sola escuela municipal de música
En sus más de 2.300 días al frente de la ciudad, el alcalde José María Álvarez del Manzano jamás ha accionado las tijeras inauguradoras frente a una escuela de música. Su antecesor, el desaparecido Agustín Rodríguez Sahagún, tampoco hizo tal cosa en los dos años (1989-91) de su mandato. El concejal del PSOE Rafael Simancas considera que Madrid debería contar, al menos, con un centro musical del Ayuntamiento por cada uno de los 21 distritos sólo hay seis). En la Concejalía de Cultura aducen que su construcción y mantenimiento es muy oneroso.
Los madrileños que pretendan aprender en un edificio municipal algo sobre el universo del pentagrama, los compases binarios, las semicorcheas y las anacrusas tienen poco donde elegir. Las únicas seis escuelas de la urbe son Maestro Barbieri (Usera), Federico Chueca (Hortaleza), Antonio Machado (San Blas), Nicolás Salmerón (Chamartín), Agata Villaverde (Villaverde) y El Capricho (Barajas). Entre las seis suman 2.265 plazas, que año tras año son ocupadas sin excepción: la demanda es elevada; las largas colas para acceder a esta enseñanza, habituales.Las escuelas municipales ofrecen nociones de lenguaje musical -solfeo- y todo tipo de instrumentos para quienes quieran acercarse a la música como aficionados. Los que aspiren a una dedicación profesional han de dirigir sus pasos a los conservatorios, de los que en Madrid hay nueve: ocho dependientes del Ministerio de Educación y uno, el de la calle de Ferraz, del Gobierno regional. Siempre queda la opción, para quienes no lograron su plaza, de las academias privadas, mucho más caras: la prestigiosa Santa Cecilia, con título homologado, cobra 17.500 pesetas al mes por el primer curso (dos horas de lenguaje musical y otras dos de instrumento a la semana).
"Los interesados en nuestros centros son muchos", reconoce el director de Servicios Culturales de la Casa de la Villa, Carlos Blanco, "porque los usuarios potenciales del servicio son desde los niños de cuatro años hasta las señoras de ochenta". Y agrega: "Ofrecemos una actividad complementaria muy interesante para personas con inquietudes no profesionales por la música. Disponer para ello de casi 2.500 plazas tampoco está mal".
El edil socialista Rafael Simancas es menos optimista. "Existe un vacío muy importante entre las escuelas municipales y los conservatorios. La música es un arte que le interesa a muchos niños y padres, pero centenares de ellos se quedan un año tras otro con las ganas", se lamenta. Simancas cree que Madrid dispone de "profesionales a patadas" para incrementar la nómina de profesores municipales. Y propone: "Abrir una nueva escuela al año tampoco supondría tanto dinero. El PSOE, de hecho, creó las seis que siguen existiendo ahora, y el último año que gobernamos habíamos reservado una partida presupuestaria de 300 millones para continuar promoviendo nuevos centros".
El gobierno municipal no se plantea, pese a la solicitud socialista, ampliar su red de instalaciones para instrumentistas en ciernes. No hay dinero, objetan, porque la enseñanza de la música termina resultando "demasiado cara". "No sólo hay que construir un edificio y contratar a los profesores, sino también adquirir y reponer los instrumentos", recuerda Blanco.
Inversión del ministerio
El Ayuntamiento sólo aumentará la oferta si las demás administraciones e particular, el Ministerio de Educación- le echan una mano. Los responsables de la cultura municipal entienden que la Casa de la Villa "no puede asumir por sí sola" estas inversiones".En una directiva de la Unión Europea se aconseja que las ciudades del continente dispongan de una escuela para artes musicales por cada 85.000 habitantes. Así, Madrid debería contar con 35 centros. "Nosotros nos conformaríamos con sólo 21. Además, seguro que con tantos colegios que se están cerrando, muchos se podrían aprovechar para este fin", apunta el socialista Simancas. "Esa directriz está muy bien para los municipios medianos, pero aplicarla en una ciudad como Madrid resulta imposible", tercia Blanco.
La gestión de las seis escuelas se privatizó hace tres años, a razón de 130 millones de pesetas, cantidad que se actualiza cada año en función del IPC. El adjudicatario de aquel concurso fue el Real Musical, una empresa muy conocida en los circuitos musicales de la región, donde cuenta con cinco tiendas de instrumentos musicales y partituras.
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