El Tato, herido grave cuando toreaba a un emocionante "victorino"
Hay cosas que no fallan: llega el toro y llega la emoción. Y dentro de esa emoción hubo un aspecto lamentable, que fue la cogida de El tato por el quinto toro, calificada en la enfermería de grave.Después de tanto inválido descastado, la corrida de Victorino Martín, en el tipo de la casa, sin exageraciones, supo a gloria. Primero, codicioso y revolviéndose en un. palmo de terreno; segundo, se venció por los dos pitones; tercero, noble, bravo, con fijeza humillando; cuarto, excelente también, aunque menos pronto que el anterior; quinto, no pudo verse en la muleta por el percance de El Tato, pero antes permitió una gran fiesta; sexto desarrolló sentido por las dudas del sobresaliente.
Victorino / Tato
Toros de Victorino Martín, bravos, encastados y nobles tres de ellos.El Tato, único espada: silencio; ovación y saludos; aviso y ovación; dos orejas; herido por el 5º, la cuadrilla paseó una oreja. Lidió el 6º el sobresaliente José García: palmas. El Tato fue asistido en la enfermería de una cornada con tres trayectorias en la pierna, pronóstico grave Plaza de Zaragoza, 12 de octubre. 9ª corrida de feria. Lleno.
Al final, aparecieron en el ruedo Victorino y su mayoral, coincidiendo con el corte de coleta del gran subalterno Pali, de la dinastía de los Pirri, y fueron clamorosamente ovacionados, negándose a dar la vuelta al ruedo.
El Tato asumió una gran responsabilidad con esta corrida y a decir verdad las cosas no comenzaron a funcionar hasta el tercer toro. Antes, el primero lo desbordó un tanto y con el segundo se esforzó, aunque no acabase de acoplarse.
El extraordinario tercero, Cucharón de nombre, le abrió las puertas del éxito. Excelentes lances a la verónica de salida y un buen quite a pies juntos. Comenzó compuesto con la derecha y después de unas ligeras dudas lo toreó con la zurda con largura, temple y mando, con algunos muletazos de una gran lentitud. Perdió los trofeos por el mal uso de los aceros: dos pinchazos, estocada corta y cinco descabellos.
Al cuarto le hizo un buen quite por chicuelinas y la faena tuvo enjundia y total entrega, en un trasteo que fue a más, y como esta vez acertó con el estoque al primer envite, aunque la estocada resultase desprendida, el público obtuvo la concesión del doble trofeo.
Esto espoleó al zaragozano, que en el quinto salió a por todas. Hasta entonces había habido poca variedad, pero aquí varió el signo de la actuación: saludo a porta gayola, una larga en el tercio, lances al delantal, galleo para llevar el astado al caballo, quite de frente por detrás. Una borrachera de entrega del maño y de entusiasmo de su público. Hasta cogió los palos El Tato, destacando en un segundo par muy comprometido. Brindó al público y se hincó de rodillas en el mismo centro del ruedo. El de Victorino lo prendió e hirió en el gemelo. El Tato sangraba copiosamente por la pantorrilla, pero tuvo arrestos para acabar con el toro de media estocada, siendo trasladado a la enfermería.
Cornada en los gemelos
En la enfermería fue operado El Tato de cornada a nivel de la cara interna del tercio medio de la pierna izquierda con orificio de entrada de cuatro centímetros y tres trayectorias: una transversa que desgarra los gemelos y el soleo, arrancando la vena tibial posterior, contusionando el nervio tibial posterior y llegando a la cara externa; otra descendente de 15 centímetros que diseca el gemelo interno y el vientre muscular del tibial posterior; y otra ascendente que llega al hueco poplíteo. Profusa hemorragia. Pronóstico grave.El torero fue trasladado en ambulancia a la clínica Quirón donde quedó ingresado.
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