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El santo que desvió la M-50

La autovía modifica su trazado en Boadifia para respetar lossupuestos restos de una cripta

Vicente G. Olaya

San Babilés, un santo del siglo VIII, está a punto de realizar a las puertas del XXI, un milagro urbanístico. Doce siglos después de que fuera decapitado por los musulmanes, la localización de sus posibles restos va a lograr que se desvíe el trazado de la M-50 a su paso por el termino municipal de Boadilla del Monte (17.900 habitantes). La empresa consultora que está diseñando los planos de detalle de la autovía ha comunicado a la Comunidad de Madrid que la M-50 será desviada algunos metros para no dañar la cripta subterránea dónde se supone que está el osario del santo y de los de ochenta niños que- fueron asesinados junto a él La Hermandad de San Babilés, una cofradía del siglo XV que aún persiste, está de enhorabuena.

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Un nombre y dos obispos

San Babilés nació en Pamplona, a finales del siglo VII. Fue nombrado obispo y tuvo que huir al centro peninsular al ser perseguido por los árabes. Se refugió en el pueblo-madrileño de Odón, la actual Villaviciosa de Odón (17.000 habitantes). Debido a su gran cultura, y dada la fama que logró entre los cristianos de la zona, las familias de la época enviaron a sus hijos a estudiar con él. El 30 de octubre del año 715, mientras impartía sus enseñanzas a un grupo de 80 niños, fue localizado por los soldados musulmanes. Todos fueron degollados, según cuenta la tradición.

Cripta visible

En el lugar de los hechos se evantó una ermita que, con el aso de los siglos, se fue desmoronando. Sin embargo, la cripa, en la que. supuestamente se encontraba el cuerpo del santo de los niños, se mantuvo visible hasta la guerra civil.

La arqueóloga Miriam Foneca, que ha estudiado esta his toria, afirma que algunos vecinos octogenarios de Boadilla del Monte recuerdan haber visitado la cripta durante su infancia. Rememoran una gran cúpula subterránea, con escaleras, y muchos nichos.

Hace unos diez años, una excavadora que trabajaba en una parcela entre los términos municipales de Villaviciosa y Boadilla, se topó con unas grandes piedras y un hundimiento del suelo. Se encontró entonces un gran hoyo con el esqueleto de un niño, según Fonseca. Los huesos fueron entregados al entonces párroco de Boadi lla, que perdió el osa rio poco después. Con estos datos, y las aportaciones efectuadas por la cofra día de San Babilés, la consejería de Cultura realizó hace unos meses una peritación de la zona, trámite previo y obligado pa ra que la Comunidad de Madrid per mita el paso de la M-50. Los resulta do de los estudios fueron muy esperanzadores. Aparecieron diversos vasos, cuencos, cerámica y monedas de época visigoda y moderna (si glos XVI al XIX). Los expertos de Cultura están convencidos de que en la zona se hallan los restos de un cementerio de época visigoda.

Según han relatado fuentes de la Comunidad, la empresa que está diseñando el trazado de la M-50 ha decidido, a la vista de lo expuesto, cambiar e¡ recorrido de la autovía. "Habría sido una pena que una historia tan bonita hubiera quedado tapada por el asfalto", comentaron los investigadores consultados.

Este periódico ha sabido que la consejería de Cultura está dispuesta a empezar, en breve plazo, unos nuevos trabajos de peritación y desenterramiento del hallazgo. Se pretende descubrir si a las afueras de la actual Boadilla del Monte hace doce siglos un santo y 80 niños fueron decapitados, tal y como dice la tradición.

Si los estudios fueran positivos, los actuales cófrades de San Babilés, que celebran la festividad de su patrón en el polideportivo de Boadilla, podrían, a partir de entonces, venerar al obispo navarro en el mismo lugar donde fue degollado.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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