El Gobierno de Jospin afronta con éxito la primera huelga del transporte público

La primera gran huelga afrontada por el Gobierno Jospin no ha resultado demasiado dura para el Ejecutivo. La SNCF, la Renfe francesa, ha reducido el tráfico de trenes en todo el territorio pero con una incidencia muy diversa, sin que en ningún caso pueda hablarse de paralización del servicio. En total se calcula que un 30% de los empleados de la compañía ha secundado un movimiento desencadenado en favor de la semana de 35 horas.

Los empleados de la SNCF también pedían el aumento de salarios, se mostraban en contra de la reducción de plantilla y en favor del mantenimiento de una serie de ventajas sociales. En el metro de París la frecuencia de los convoyes ha sido menor que de costumbre pero tampoco los problemas causados han sido muy importantes.Para la dirección de la SNCF si la huelga no ha sido más seguida se debe a que "el principal motivo reivindicativo, el empleo, ha globalmente desaparecido

En efecto, la compañía pública de ferrocarriles llevaba varios anos reduciendo la plantilla al ritmo de 3.500 plazas perdidas cada ejercicio, pero en 1997 sólo se han suprimido unos 1.000 puestos de trabajo.

La plantilla total de la SNCF es de 179.000 personas, de entre las cuales 26.000 ya disfrutan e la semana de 35 horas. Algunas centrales sindicales proponen la "semana de cuatro días", es decir, de 32 horas.

Respecto a la cuestión salarial, una vez tenidos en cuenta todos los factores, los ferroviarios han visto Como sus sueldos crecían en 1997, y para todos, del orden del 1,1 % pero en el caso de las remuneraciones más bajas -en mayor o menor medida afecta al 52% de la plantilla- el aumento ha sido del 4%.

La huelga del transporte, que tanto daño hizo a los anteriores Ejecutivos conservadores y en 1995 mantuvo París durante todo un mes a ritmo lento, aparece en esta ocasión más cómo un gesto de respaldo crítico que de amenaza.

Dado que el próximo, viernes debe abrirse la Conferencia Nacional sobre el Empleo, los Sueldos y el Tiempo de Trabajo, propiciada por el Gobierno con el objetivo de llegar a la semana laboral de 35 horas y crear nuevos puestos de trabajo, la acción de la SNCF y del transporte público en París es un recordatorio de su fuerza y de que exigen que la reducción del tiempo laboral se haga sin pérdida de salario. La ministra de Empleo y Solidaridad, Martine Aubry, a dicho, por su parte, que ella "está en contra de las 35 horas pagadas y, al mismo tiempo, a favor de la reducción del tiempo de trabajo".