Cuevas acusa al Gobierno de no aprovechar la oportunidad de bajar impuestos y gasto social

Los Presupuestos de 1998 son "correctos" pero "poco ambiciosos". Así puede resumirse la posición que la patronal CEOE tiene frente a las cuentas públicas del año que viene. "Nos hubiera gustado que las circunstancias políticas hubieran permitido ser más ambiciosos en las reformas estructurales, ya sean de tipo fiscal o en los gastos sociales", explicó ayer su presidente, José María Cuevas.El patrón de los empresarios coincide con las críticas que desde el Banco de España se han hecho a estos Presupuestos, pero difiere en que exista un peligro de "recalentamiento" de la economía. "No veo este riesgo, veo un crecimiento estable", señaló Cuevas, tras reconocer el esfuerzo en la reducción del déficit público y -con alguna "incertidumbre"- de la inflación.

Esas "circunstancias políticas" -el pacto con los nacionalistas catalanes- han elevado el gasto en sanidad (8,6%) o educación (6,4%), lo que Cuevas considera "normal". Lo que le preocupa es la "autosatisfacción" o la "euforia" que hace a los gobernantes y los ciudadanos "olvidarse de los problemas serios y profundos". En concreto, el gasto social y la presión fiscal (relación de impuestos, tasas y cotizaciones sociales con el PIB).

En estos Presupuestos, dijo, se da "un impulso importante" a la protección social, que acapara más de la mitad del gasto y registra un crecimiento igual al PIB (5,7% sin descontar la inflación), sin que se detecten "avances significativos que aseguren su viabilidad futura". En tono jocoso, Cuevas se preguntó: %Quién ha dicho que sólo los socialdemócratas suben el gasto social y no los gobiernos de derechas?".

Libertad para elegir

Igualmente, no se aprovecha el "excelente comportamiento de los ingresos" (medio billón más de recaudación en 1997 sobre lo previsto) que permitiría una "una reducción de la presión fiscal individual". Al contrario, la patronal asegura que la presión fiscal subirá, al menos, una décima (del 34,9% del PIB al 35%).

Cuevas explicó sin tapujos la reforma fiscal que quieren los empresarios: "Hay que devolver el dinero a los ciudadanos; el dinero está mejor en sus bolsillos que en los del señor Rato [vicepresidente segundo y ministro de Economía]. De esta forma, el ciudadano podrá elegir qué tipo de pensión y de sanidad quiere, precisó. Ésta es la diferencia entre el socialismo, la socialdemocracia y lo otro".

Cuevas se mostró especialmente virulento con los Presupuestos de la Seguridad Social. Y esa inequívoca declaración de principios no es óbice para que el presidente de los empresarios aporte ejemplos como el de la contribución social generalizada (existente en Francia) para cubrir los 676.000 millones de pese tas que el Estado deberá aportar de aquí al año 2000 a la Seguridad Social. La separación de fuentes de financiación prevista en el Pacto de Toledo exigirá este esfuerzo que, según la CEOE, el Gobierno no contempla. Al contrario, reseñó que se ha decidido subir algupas cotizaciones sociales a los empresarios -por plus, horas extras, subida de bases y, quizás, por desempleo para contratos temporales-. Cuevas criticó: "No nos llevamos mal con el Gobierno, lo que sucede es que el Gobierno se lleva mal con las cotizaciones sociales".

El ministro de Trabajo, Javier Arenas, contestó ayer mismo a las críticas de los empresarios. "Las respeto, pero no las comparto", dijo el ministro, quien añadió que las cuentas de la Seguridad Social para 1998 avanzan en materia de separación de las fuentes de financiación además de incluir bonificaciones para los empresarios que fomenten el empleo estable por valor de 112.000 millones de pesetas.

Las cotizaciones (según la CEOE soportan el 71,2% de la financiación de los gastos de la Seguridad Social) deben bajar, insistió Cuevas, porque de lo contrario el empleo sufrirá. El Gobierno es "incoherente" al subir las cuotas y es lo que explica, añadió, que con un mayor crecimiento, la previsión de creación de empleo en 1998 (318.600) sea menor a la de 1997 (335.000). Aseguró que si, a los empresarios le suben los costes laborales "harán sus cuentas antes de cerrar los convenios . ; es decir, se quedarán por debajo de la recomendación salarial del Gobierno (2% al 2,3%).