Desolado
En mis recientes vacaciones he tenido la oportunidad de disfrutar de las inmediaciones del pantano del Burguillo y el cercano valle de Iruelas, en Ávila. Y me ha desolado la dejadez que denotan estos bellos parajes. La basura se almacena en las orillas y se nota que no ha sido recogida en meses, y parte de esos desechos son pilas, objetos tan peligrosos que pueden contaminar el agua, de la que, por cierto, beben los buitres que de momento quedan en la zona. Ya que se ha fracasado con la educación medioambiental y cívica de las personas que tiran en cualquier sitio lo que ya no sirve, no fracasemos en el mantenimiento de zonas tan bellas como ésas, por favor-
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