La policía mexicana cree haber hallado el cadáver del español secuestrado en febrero
La policía mexicana cree haber hallado el cadáver del empresario español. Ildefonso Carballo Merayo, de 40 años, secuestrado en la ciudad de México el pasado día 11 de febrero tras una cena de negocios, en un hotel. La familia del industrial en México perdió el contacto con los secuestradores después de pagar un mes más tarde un rescate cuya cuantía se ha negado a revelar. Desde entonces no se volvió a saber nada de la víctima. El caso está pendiente de que los familiares reconozcan el cuerpo localizado en una fosa común.
La noticia sobre el hallazgo del cadáver fue facilitada por la policía mexicana a la familia que el industrial tiene en México (un tío y varios primos), según su hermana Celia Carballo. Ayer fue imposible obtener algún tipo de información de las autoridades mexicanas. La vestimenta y otros datos del cadáver apuntan a que se trata del empresario, señaló ayer Celia, aunque advirtió que aún falta un reconocimiento en profundidad del cuerpo. Éste se encuentra depositado en una fosa común de la ciudad de México, adonde fue trasladado por la propia policía.
La familia en España desconoce las circunstancias exactas en que fue encontrado el cadáver. Sólo sabe que éste fue localizado tras ser capturados los presuntos secuestradores. Según sus noticias, el industrial fue asesinado en torno al 22 de marzo pasado, unos 10 días más tarde de hacer efectivo el rescate exigido.Celia Carballo, que vive en Toledo, había denunciado la desaparición en un juzgado de la capital castellano-manchega, cuyo titular trasladó el caso a la Audiencia Nacional, que archivó las investigaciones, según su propia versión.
Los padres y los tres hermanos de lldefonso conocieron su secuestro el 14 de abril por boca de su tío Álvaro, que viajó a España para darles personalmente la noticia. Ahora se sospecha que el industrial ya estaba muerto en esa fecha.
Ayer partió hacia México el hermano menor de Ildefonso, Pedro, que vive en Lugo, con el objetivo de conocer las circunstancias del luctuoso suceso. Mientras, la familia se halla sumida en la más profunda desolación y culpa en cierta medida al Gobierno español por el "poco interés" demostrado en todo el proceso. Durante los largos meses de angustia, no ha mantenido ningún tipo de relación con el Ejecutivo ni ninguna autoridad se interesó por el asunto, según denuncia otra hermana del empresario,, Mercedes, de 42 años, que vive er Dehesas (León).
Molinos y comestibles
Ildefonso Carballo, casado y padre de tres hijos de cinco años, tres años y 18 meses, era natural de Dehesas, localidad que abandonó hace 16 años para establecerse en México en la empresa de su tío Álvaro Merayo, de 68 años. Un negocio de molinos de chiles y aceites, en el que trabajaba con sus primos, que se amplió con el tiempo a varias tiendas de alimentación que permitían una economía saneada. La policía mexicana barajaba varias hipótesis sobre el secuestro: desde que su autoría correspondiera a una banda de delincuentes o un grupo guerrillero hasta una venganza de tipo personal. La familia reconoce que en varias ocasiones había contemplado la posibilidad de que se produjera un secuestro entre sus miembros y había ideado un sistema de comunicación en caso de que algún día llegara a ocurrir. Mediante esta estratagema, las preguntas personales de bían arrojar luz sobre el estado del rehén. Todo fue bien hasta después de pagar el rescate el 12 de marzo, en el Estado de Guerrero, en el poblado de Cacaluta, camino del Quemado, a 400 kilómetros de la capital mexicana. En ese lugar, cuatro jinetes armados y enmascara dos recibieron el dinero.
Los Carballo contrataron a un grupo de investigadores, pero todas las pistas se perdían sin dejar rastro y las contradiccíones eran inexplicables.
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