Cinismo

El grado de cinismo de nuestros ediles no tiene parangón. La aplicación de la ley con criterios ideológicos es utilizada para castigar o premiar, depende.El señor Torres, concejal del distrito de Arganzuela, conmina a una secta a abandonar su sede hasta que se acometan las obras indispensables en seguridad. Perfecto. La Tesorería General de la Seguridad Social, servicios centrales, edificios rimbombantes, lujosos, inteligentes de artificio, están clausurados por la desidia, desconocimiento y negligencia de ambas administraciones. Nuestra moderna tesorería incumple las más elementales normas de seguridad laboral. Y con el decreto de clausura desde marzo de 1996, carecemos además, entre otras lindezas, de un plan de emergencia cuya falta supondría, en caso de siniestro en edificios de 9 y 14 plantas, un verdadero desastre.

La Junta Municipal de Retiro, permisiva, tolera y suplica a la tesorería que sea buena y cumpla la ley. Ésta, poco preparada a pesar de sus ínclitos funcionarios de niveles tan altos co mo la luna, sólo calla en el Comité de Seguridad y Salud. La Administración, tacaña de dinero para lo que quiere, con tanto asesor que no asesora, le tiene miedo a la creación de los servicios de prevención que la ley exige y que constituyen el verdadero eje para organizar y potenciar la seguridad y salud en las empresas. Señor concejal de Retiro, ¿tendrá que intervenir la Justicia en la tesorería para que abandonemos los edificios precintados como pide su correligionario para nuestros compañeros de ilegalidad? ¿Sabe el Ayuntamiento cuántos locales de administraciones de la tesorería están incumpliendo las normas de seguridad?

Es triste comprobar cómo los médicos de empresa, ATS y sindicalistas claman en el desierto, hasta que los protagonistas de todas estas historias -los muertos- hagan perder el culo a la Inspección de Trabajo, las juntas municipales y los ministros. Como siempre.-