El peligro de colisión con un satélite puso a la 'Mir' en estado de emergencia
Un accidente de tráfico espacial de mayores proporciones que el ocurrido a fines de junio estuvo a punto de suceder el lunes por la noche, cuando la estación orbital Mir a la deriva se fue acercando peligrosamente a un satélite espía estadounidense. Sólo 470 metros separaron al laboratorio espacial ruso de una tragedia de consecuencias imprevisibles. Ayer por la mañana, cuando el peligro ya había pasado, fue restablecida la orientación hacia el Sol.El comandante de la Mir, Anatoli Soloviov, el ingeniero Pável Vinográdov y el astrofísico estadounidense Michael Foale fueron avisados desde la Tierra que la estación espacial se estaba acercando demasiado a un satélite espía y que había peligro de colisión. Los astronautas, entonces, se vieron obligados a subir a la nave espacial Soyuz TM-26 y estar listos para escapar en ella en caso necesario. En total, los cosmonautas pasaron 30 tensos minutos en la cápsula de escape durante el mayor acercamiento de la Mir al satélite espía. En general, la cercanía de la estación orbital a satélites es normal, pero la distancia que los separa es de kilómetros y, por lo tanto, no representa peligro.
La orientación hacia el Sol, perdida por la Mir el domingo después de que fallara el ordenador central, fue recuperada ayer de madrugada, una vez que se cargó el nuevo computador -ensamblado con unidades de tres máquinas viejas- con los datos necesarios y se comprobó su buen funcionamiento. Ahora los paneles solares generan normalmente electricidad.
Los astronautas se dedicaron ayer a recargar las baterías para alimentar los equipos de los módulos científicos Kvant-2 y Kristall, que fueron apagados el domingo para ahorrar energía cuando falló el ordenador y la Mir perdió su orientación al Sol. Los únicos módulos que estaban recibiendo electricidad después del fallo del domingo eran el central y el Kvant, mientras los otros permanecían a oscuras y fríos.
Lo más importante es reanimar los primeros dos módulos mencionados: al Kristall es adonde atracará a fines de mes el transbordador de la NASA Atlantis, que traerá a la estación a David Wolf, el relevo de Foale, mientras que el Kvant-2 es por donde salen los astronautas a sus paseos espaciales y para el próximo mes hay previstas por lo menos dos salidas al espacio abierto. Los otros dos módulos de la Mir son el Spektr, despresurizado desde el choque con una nave de carga ocurrido a fines de junio, y el Priroda, inactivo desde esa fecha.
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