_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Absurdo noruego

LAS ELECCIONES noruegas han producido un resultado de imposible salida. El Partido Laborista, ganador con diferencia, ha perdido votos y dejará paso probablemente a una coalición de centro-derecha absolutamente minoritaria. El papel de árbitro lo desempeñará el Partido del Progreso, de extrema derecha, que, con un programa de reducción de impuestos y del gasto público y un abierto rechazo de los inmigrantes, se ha convertido en el segundo partido más votado, con el 15% de los sufragios -el doble que en 1993- y 25 escaños sobre un total de 165. Su éxito se inscribe dentro de una preocupante tendencia al alza de la extrema derecha en Europa, ya sea con Le Pen en Francia, Haider en Austria o el hermano Partido del Progreso en Dinamarca. Que una formación así alcance el segundo lugar en un país rico y tolerante como Noruega es un mal síntoma.Los laboristas han perdido menos de dos puntos y dos escaños respecto a las elecciones de 1993. Pero su líder desde octubre pasado, Thorbjorn Jagland, se equivocó al declarar anticipadamente que dimitiría si caía por debajo de la cuota alcanzada entonces por su formación, el 36,9%. Probablemente se quería demostrar a sí mismo que era un digno sucesor de la carismática Gro Harlem Bruntland, que renunció voluntariamente a su cargo tras 15 años de ejercicio. Jagland no es una personalidad popular: centró su campaña en combatir al falso Partido del Progreso y ha recibido un cierto castigo por una política económica restrictiva pese a los aumentos de los ingresos del petróleo del mar del Norte y por los escándalos de su Gobierno. Su sucesión al frente del laborismo noruego está abierta.

Entretanto, Kjell Magne Bondevik, que ha encabezado una coalición de tres partidos de centro, se propugna como primer ministro, aunque sólo cuente con algo más de 40 escaños y el eventual -aunque difícil apoyo del Partido Conservador. La única perspectiva que se ha abierto con estas elecciones es la de la inestabilidad política, a la que los mercados han reaccionado negativamente. El invierno es duro en Noruega, y éste lo será aún más en el frente político.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_