El hombre de la sonrisa de oro
Alrededor de 8.000 personas, la inmensa mayoría mujeres de todas las edades, se dieron cita ayer en el coso de Las Ventas para presenciar la faena de su ídolo, el cantante portorriqueño Ricky Martin. A la convocatoria acudió también un gran número de rostros populares -el ex jugador del Real Madrid Michel, Marujita Díaz, Loreto Valverde, la ex miss España María José Suárez y la presentadora de televisión Lara Dibildos, entre muchos otros- que dieron un montón de trabajo a los reporteros de la prensa del corazón destacados en el acto. Por cierto y haciendo un paréntesis, hay que ver lo mal visto que está ser fotógrafo de prensa este año. Ricky apareció en escena luciendo un impecable traje gris y fianqueado por un correctísimo grupo de músicos y dos impactantes bailarinas, a los acordes de su canción Revolución. La cosa hacía presagiar gran enloquecimiento colectivo y así ocurrió. Cada gesto, cada palabra, cada paso de baile del artista provocó a lo largo de la actuación un potente delirio entre la alborotada parroquia. Las primeras filas se conocían al dedillo la discografía completa de su estrella para cantarla con él.Obviamente, la canción María fue la causa de la mayor cantidad de aplausos. En sus dos versiones: sabiamente colocada en el tercer puesto del repertorio y al final, en su versión Remix. En cuanto al resto del repertorio, hay que decir que a Ricky aún le falta un hervor. La mayor parte de él está compuesto por baladas tórridas en las cuales es muy difícil discernir matices, porque, aunque bien arregladas e interpretadas, todas ellas responden más bien al determinado gusto del publico más joven del otro continente, aunque aqui también encuentren correspondencia. Mucho mejor los trozos bailables que los lentos y se echa de menos que otros compositores más reputados le proporcionen algún material. El día que Nacho Cano o Manolo Tena le hagan alguna canción, se le habrán abierto realmente las puertas del público mayoritario. Todavía sigue atrapado en el espectro Galavisión y a la espera de que su nuevo repertorio tire de él en dirección a audiencias más adultas, que le proporcionen el crédito artístico que necesita para ser tomado, realmente en serio.
Ricky Martin
Ricky Martin (voz), Janusz Bakun (bajo), Arturo Ortiz (teclados y dirección musical), Jonathon Peretz (batería), Franco Castellani (piano), Hammuti Destaigne (saxos y percusión), Arnaldo Torres (guitarra), Alcira Herrera y Rubén Torcano (coros) y Carmit Bachar y Stella Petrova (bailarina). Plaza de toros de Las Ventas. 2.000 pesetas.
En fin, es de ley reconocer que tanta disquisición estética hubo de importarle un rábano al entregado público, encandilado con la sonrisa de Ricky Martin. Una sonrisa que es de oro.
Ricky Martin continuará su gira española este viernes en Sevilla, el sábado en Córdoba y el domingo en Úbeda.
Babelia
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