_
_
_
_
_

Antorchas en el agua

100 nadadores acompañan a la virgen de Fuentidueña en su procesión fluvial

Padre e hijo, Juan Domingo, de 45 años, y Gustavo, de 14, acudieron ayer a su cita con el río, en el puente nuevo. Como miembros de la peña El Tope, ambos estaban encargados de abrir paso a la Virgen de la Alarilla, la patrona de Fuentidueña, cuando desciende cada año por el Tajo en la única procesión fluvial de la región. Son 16, y hace 16 años se les ocurrió incorporar una novedad a esta romería: bajar nadando con un brazo y sujetando con el otro una antorcha encendida.La noche era cálida y un centenar de hombres y mujeres en bañador se agolpaban junto a las junqueras prestos para tirarse al agua cuando el cura embarcase a su patrona en la balsa. Una superficie formada con bidones e iluminada con, 1.200 bombillas.

Cuando llegó el virgen-móvil, como los de El Tope llaman a la furgoneta que transporta la imagen de la Alarilla, Juan y Gustavo levantaron sus teas encendidas para formar, un pasillo de fuego a la patrona mientras el resto de nadadores la vitoreaba.

Dos kilómetros de aguas turbias más abajo, los aplausos de varios millares de espectadores alineados en las orillas y un bombardeo de fuegos artificiales recibieron a los 100 exhaustos nadadores. Una toalla, un jersey, y al pueblo a continuar la fiesta. Hasta el amanecer.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_