Maradona deberá pasar un control antidopaje cada partido que dispute
El escándalo de voces críticas contra el amparo judicial sin precedentes que habilitó a Diego Maradona para disputar con el Boca los partidos de Liga, mientras se investiga si consumió cocaína por voluntad propia o "le pusieron la droga" antes del control antidopaje que le realizaron el pasado 24 de agosto, se amortiguó con una resolución aparentemente compensatoria. El juez federal Claudio Bonadío ha ordenado al jugador que se realice un control antidopaje en los laboratorios del cuerpo médico forense de la Corte Suprema de Justicia "dentro, de las 24 horas posteriores a la disputa de cada partido".
De comprobarse alguna infracción a la resolución del juez, la orden transitoria de "no innovar" que impide al tribunal de disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino suspenderle al menos por 16 meses, quedará sin efecto. El juez Bonadío, denunciado por los servicios que presta al Gobierno y por sus vinculaciones directas con el ministro del Interior, actúa en este caso como un fanático del Boca aun sin serlo. Sus resoluciones convierten en realidad legal los deseos del jugador, representantes y abogados defensores y de su "barra brava" personal que le sigue en cada entrenamiento y asiste desde la calle con tambores, cantos y banderas a cada trámite del proceso.Cuando dio "positivo" el control antidopaje, tras los primeros días sin reacción, el juez federal atendió a la campaña de algunos sectores de la prensa y a la presión de la opinión pública de los hinchas del Boca, con una medida de "no innovar" concedida en sólo ocho horas, desde que la pidió el abogado defensor hasta que salió de su despacho con sello y firma. Cuando a su vez los fiscales públicos atendieron a las críticas de los sectores que calificaban de "escandaloso" todo el trámite y objetaron el recurso de amparo, porque según ellos es una medida cautelar que sólo pueden tomar los jueces del fuero civil o mercantil, el juez federal Bonadío decidió obligar a Maradona a que se haga un control después de cada partido, como también pedía la platea de Boca.El viernes por la noche, después de recuperar el habla, el ánimo y de sentirse "muy feliz" en los días anteriores porque podía seguir jugando, Maradona no lograba ocultar su disgusto. Molesto, forcejeando entre cámaras, fotógrafos, micrófonos y periodistas, alcanzó a decir: "Ya declaré, vine a contrarrestar a los panqueques, nada más". Llamaba "panqueques" (tortilla) a los fiscales, que según su abogado defensor habían aceptado la medida de "no innovar" cuando el juez les dijo que la iba a ordenar y "se dieron vuelta en el aire" cuando comprobaron que les incluían en las duras críticas.
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