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La explosión de un coche bomba en Irlanda hace temer una campaña extremista para torpedear la paz en el Ulster

El estallido de un coche bomba en el centro de Irlanda intensificó ayer los temores de que se desate una desesperada campaña extremista para torpedear las conversaciones de paz entre republicanos y unionistas que deben iniciarse en Belfast el lunes. Ninguna de las organizaciones clandestinas protagonistas del viejo conflicto en el Ulster se atribuyó la responsabilidad de la explosión registrada en Drogheda, a 50 kilómetros al norte de Dublín. No hubo víctimas, pero el incidente avivó las especulaciones, sobre la existencia de supuestas conjuras para sabotear el proceso de paz impulsado por los Gobiernos de Londres y Dublín. La policía irlandesa vinculó la explosión a una disputa entre bandas rivales de traficantes de drogas. Esa teoría de los servicios de seguridad era considerada ayer con escepticismo.Los grupos paramilitares han recurrido en el pasado a los atentados en Irlanda para ilustrar el peligro de una expansión del conflicto en Irlanda del Norte, bajo control del Reino Unido. Tanto los combatientes del Ejército Republicano Irlandés (IRA) como los paramilitares de las dos principales facciones armadas unionistas, la Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF) y la Asociación de Defensa del Ulster (UDA), han demostrado su decisión de respetar la tregua establecida en 1994. El IRA suspendió su campaña violenta contra Inglaterra el pasado 20 de julio a fin de facilitar la participación de su frente político, el Sinn Fein, en las conversaciones que se inaugurarán dentro de dos días en el castillo de Stormont.La ronda de diálogo sigue estando en el aire tras la declaración de un portavoz del IRA, que el jueves afirmó que el ala militar del movimiento nacionalista y republicano norirlandés "tiene problemas" en aceptar la postura del Sinn Fein y la idea de deponer las armas antes de obtener la independencia de Londres.

Declaración desafortunada

Gerry Adams, el líder del Sinn Fein, afirmó que esa declaración, publicada en la revista An Phoblacht, órgano del partido republicano, "ha sido probablemente desafortunada". Términos ambiguos como esos no habían conseguido ayer aplacar la ola de críticas de las fuerzas unionistas, que califican la supuesta postura pacifista del IRA como "una farsa".

Hasta ayer se desconocía si la principal fuerza política protestante, el Partido Unionista del Ulster, de David Trimble, se presentará a las negociaciones del lunes. El Sinn Fein ha Firmado el documento que contiene los llamados Principios Mitchell, los seis puntos que abogan por el desarme inmediato de las facciones en pugna y el establecimiento de mecanismos diseñados para buscar una solución democrática al conflicto y definir el futuro de Irlanda del Norte.

La presión de los Gobiernos de Londres y Dublín está destinada a ir en aumento en las próximas horas para evitar que la ausencia de los representantes unionista bloquee los esfuerzos para dar a las conversaciones de Stormont la envergadura capaz de inspirar confianza al proyecto pacificador.

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