Pujol advierte que la lucha contra ETA no debe recortar las libertades

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, se mostró ayer preocupado por la posibilidad de que lucha contra ETA acabe suponiendo un recorte de las libertades en el conjunto de España. Pujol viajó a Bruselas, donde se entrevistó con el presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer.Pujol quiso mostrarse cauto ante el documento sobre el futuro de la lucha antiterrorista remitido por el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, a las formaciones políticas. Pero su cautela inicial -"estamos estudiando el texto pero aún no hemos entrado a fondo", dijo al principio- se tomó enseguida preocupación. "Tenemos reticencias iniciales a algunas medidas, como la rebaja de la edad penal a 16 años. Sentimos recelos ante expresiones como la prohibición de las manifestaciones añadió. Para culminar con una seria advertencia: "La atmósfera de disturbios y destrozos no se da fuera del País Vasco. No deberíamos encaminarnos a medidas que nos llevarían a un recorte de las libertades. El control absoluto del individuo nos puede hacer perder por un lado lo que ganamos por otro".

Y acabó con un expresivo "los ciudadanos tienen que estar seguros, pero ser libres; al final los novios no se podrán besar por la calle...".

El presidente de la Generalitat ironizó sobre la convicción existente en España de que Convergència i Unió es incapaz de no apoyar los Presupuestos Generales del Estado "porque nos atribuyen un alto sentido de responsabilidad". "El PSOE votará en contra porque creen que los apoyaremos nosotros", bromeó, y aseguró que ya algunos dirigentes socialistas le habían pedido en privado que CiU apoyara los Presupuestos porque ellos no tenían más remedio que oponerse. En cualquier caso, reiteró que "tendría que pasar algo insólito" para que eso no fuera así y enfatizó que desde 1993 los Presupuestos aprobados responden al programa de Convergència, tanto bajo mandato socialista como con el PP.

A pesar de sus elogios al Gobierno de Pujol dejó claro que cuando la peseta se integre en la moneda única quedarán aún muchas cosas por negociar. Citó desde el problema de la justicia al "encaje definitivo de Cataluña en España".