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El primer muerto desde 1995

El mozo muerto en El Álamo es la primera víctima de un encierro desde la entrada en vigor, el 1 de agosto de 1996, del nuevo Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares.A raíz de la publicación de las normas, el Gobierno regional anunció mano dura contra los festejos. Con el nuevo modelo de espectáculos, el ano pasado se celebraron 890 festejos populares en Madrid sin ningún herido grave, según Pedro Plans, jefe de Espectáculos Taurinos de la Dirección General de Protección Ciudadana de la Comunidad de Madrid. "Está claro que ha disminuido el número de percances con la nueva normativa. Hasta que no nos remitan el acta de lo ocurrido en El Álamo, no podremos achacar la muerte a ninguna irregularidad", dijo Plans.Antes de la publicación del nuevo reglamento, los encierros dejaban cada verano un rastro de heridos y contusionados.

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Un novillo mata de seis cornadas a un mozo en el encierro de El Álamo

Las últimas tres muertes se produjeron bajo el amparo del anterior reglamento, en 1995. Los encierros de Leganés se cobraron la vida de José Luis García, de 36 años, casado y sin hijos. Falleció en el hospital Severo Ochoa de la localidad el 17 de agosto, a consecuencia de las heridas que le causó uno de los novillos en el segundo encierro de las fiestas.

Raúl Cañete, de 18 años, murió en Parla el 11 de septiembre. Un morlaco le metió un pitón en la pelvis ese mismo día. Falleció a las cuatro horas.

Ese mismo mes, un toro mató a un anciano en Loeches, Isidro Díaz, de 79 años. El astado saltó al callejón de la plaza y arrolló violentamente a Isidro.

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