_
_
_
_
_

Frescura controlada

Continente implanta en España una etiqueta que mide la conservación de los productos refrigerados

Con la comida no se juega. La alimentación de final de siglo se ha converrtido en el campo de batalla en el que las diferentes marcas tratan de portar valor añadido para ganarse al consumidor como sujeto activo.Una tercera parte de los alimentos de los países desarrollados hoy son refrigerados (productos ni frescos ni congelados como los embutidos, ahumados, quesos, carnes en bandeja ... ).

Con estas premisas, los responsables de Continente (que cuenta con 49 hipermercados en España y el pasado año facturó 485.000 millones de pesetas) comenzaron hace dos años a sopesar las ventajas de introducir un nuevo sistema de etiquetado qué permite medir el estado de conservación de un producto refrigerado, una verdadera revolución no sólo en España sino también en Europa. Para ello, se pusieron en contacto con la norteamericana Advanced Product que tiene patentado el sistema. En Europa, tan sólo en Francia la cadena Monoprix lo ha implantado, mientras que en Estados Unidos ya es una práctica habitual entre los fabricantes.

Continente -controlada por el grupo francés Promodés y participada por el BBV- presentó ayer este nuevo sistema para medir la conservación de productos refrigerados de marca propia. La etiqueta cambia de color según la frescura del alimento, lo que permite al consumidor saber en todo momento las condiciones del mismo. Los indicadores de tiempo y temperatura (ITT) consisten en un anagrama con un círculo dentro de un anillo. El color del circulo es el que va cambiando, mientras que el del anillo permanece siempre igual.

Cuando el producto está muy fresco, el círculo aperece muy claro, y en la medida que éste pierde frescor, va oscureciéndose. En el momento en que la tonalidad del anillo y del circulo es igual, el producto está al límite de su caducidad y debe consumirse inmediatamente. Si el color del circulo es más oscuro que el del anillo, significa que el alimento no está fresco y su consumo puede ser contraproducente. La etiqueta va adherida al envase del producto y mide la frescura en el momento de la compra y hasta llegar a casa, lo que ahora no sucede.

Según un portavoz de Continente, el nuevo sistema también controla la frescura del producto dentro del frigorífico. La fiabilidad del sistema es total, según ese portavoz. En principio Continente lo implantará en 18 referencias de productos de marca propia y comenzará por el salmón y ahumados, los diferentes tipos de quesos frescos y curados y en la variedad de fiambres.

Esta etiqueta ha sido utilizada por Unicef, que recientemente ha comprado 130 millones de etiquetas para medir la conservación de las vacunas de la polio. También la Organización Mundial de la salud es un buen cliente de estas etiquetas.

El director de Marcas de Continente, Ricardo Balmorí, dijo ayer que este sistema ofrece "más garantías" que la fecha de caducidad y agregó que el objetivo es "trasmitir mayor confianza al consumidor". Este sistema "no encarecerá" los productos, señaló Balmorí. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) destacó la importancia que tiene el nuevo sistema en el consumo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_