COMER SOBRE TUMBAS
Unas tumbas del siglo XVII colocadas como mesa de merendero han creado gran polémica en un pueblo de Zaragoza. "No entiendo nada. Si tanto valor tienen, que las guarden donde sea". El aleal de de Escatrón, el socialista José María Yubero, está atónito ante la polémica suscitada por el empleo de dos lápidas de dos metros de largo por 80 centímetros de ancho que configuran una de las mesas del merendero que el Ayuntamiento restaura en el cerro del Tozal. El concejal del Partido Popular Marcelino Purroy ha declarado que el asunto "es de un escasísimo respeto a los muertos". Las fechas, colocadas boca abajo, es lo único que queda visible en las piedras. La historia de estas viajeras lápidas comienza cuando hace cinco años formaban parte de un puente de una acequia de riego de Escatrón. Cuando la acequia se canalizó, un arqueólogo sugirió la posibilidad de guardarlas para comprobar su valor. El Ayuntamiento, harto de tenerlas en depósito, decidió colocarlas como mesa, asegura el alcalde. Yubero no da datos sobre los difuntos a quienes pertenecen las lápidas: "Serían gente importante de Escatrón, pero nadie se ha preocupado en cinco años por unas piedras que estaban olvidadas y que ahora cumplen una misión. Las puse de mesa en él merendero para que nadie se molestase". El conflicto parece que nace de un escrito de la Asociación de Defensa del Patrimonio de Aragón (Apudepa), que se plantea denunciar el actual destino de las piedras si nadie toma cartas en el asunto. Y el alcalde dice que si le mandan quitarlas, lo hará. Lo único que Apudepa ha denunciado verbalmente es la falta de respeto del Ayuntamiento de Escatrón sobre su patrimonio.-
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