El arzobispo de Tegucigalpa, nuevo jefe interino de la policía hondureña

En un paso que representa la progresiva desmilitarización de Honduras, el Congreso hondureño encargó el martes al arzobispo de Tugucigalpa la dirección de la policía nacional durante su transformación de un cuerpo militar a una unidad civil.Una mayoría del Congreso aprobó el decreto que coloca a Óscar Rodríguez, arzobispo de la capital, a la cabeza de un consejo especial diseñado para vigilar el proceso de la transición. Ese consejo, que estará compuesto por cinco miembros, dirigirá la fuerza policial durante ocho meses. A final de ese periodo, la policía pasará a depender de un nuevo Ministerio de Seguridad.

El presidente hondureño, Carlos Roberto Reina, ha convertido la reducción del poder del Ejército en un tema central de su Administración. Y para ello se considera imprescindible el traslado del control de la policía a las autoridades civiles. La policía hondureña, de 6.500 miembros, ha estado bajo control militar desde 1963. Sin embargo, ha sido incapaz de detener la violencia criminal, la corrupción oficial, el abuso de poderes y las violaciones de derechos humanos. Esa policía también ha recibido fuertes críticas de los organismos internacionales de derechos humanos.