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La cuarta autopsia no detecta señales de violencia en el cuerpo de Salegi

Los tres forenses que practicaron ayer la cuarta autopsia al presunto ex jefe de los Comandos Autónomos Anticapitalistas José Luis Salegi Elorza, Txipi, de 44 años, que murió en México el pasado 3 de agosto, no detectaron señales de violencia en el cadáver. La forense designada por la familia, ltxaso Idoyaga, afirmó que no se había "visto nada" que demostrara malos tratos. Sus otros dos compañeros en la investigación, los forenses designados por la Audiencia Nacional, no quisieron hacer declaraciones.La autopsia confirma más o menos" que la causa del fallecimiento de Salegi fue un infarto, según fuentes del Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde fue practicado ayer el examen durante dos horas y media.

Idoyaga, declaró, sin embargo, que aún está pendiente que se investigue la posible presencia de tóxicos y la anatomía patológica de Salegi, para lo que se han enviado varias muestras al Instituto Nacional de Toxicología. Hasta que estas pruebas no hayan sido practicadas no se puede confirmar el dictamen de las tres autopsias realizadas anteriormente en México, según la forense, que afirmó que "todo es provisional".

El diagnóstico definitivo se conocerá cuando se hagan todos los análisis solicitados, comentó Idoyaga, y el momento dependerá de la rapidez con que sean practicados.

La autopsia de ayer fue realizada a petición de la familia, que no se mostró conforme con las conclusiones de los tres primeros exámenes realizados en México, que concluyeron que la muerte de Salegi se produjo a causa de un infarto. La Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió entonces que la cuarta autopsia fuera realizada en Madrid y no en Bilbao, como prefería la familia, lo que fue aceptado por Teresa Palacios, la juez que sustituye este mes al instructor del caso, Manuel García Castellón.

Traslado a Azkoitia

Los restos mortales del ex jefe de los Comandos Autónomos Anticapitalistas llegaron el pasado martes al aeropuerto de Barajas, en Madrid, en un vuelo regular procedente de México y fueron enviados ayer a Azkoitia (Guipúzcoa), su localidad natal. "Cuanto antes, mejor", comentó su hermano frente al Instituto Anatómico de Madrid.

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Entre los restos se incluyeron las vísceras y el corazón de Salegi, que le fueron extraídos en México y a los que la familia quería hacer la prueba del ADN para confirmar que eran del fallecido.

Salegi, que vivía en México desde 1989 y del que no se había pedido su extradición, falleció mientras hacía deporte en un cerro a las afueras de Irapuato (México), donde residía.

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