Hipocresía
¡Con los niños no se juega! Me causa especial repugnancia la actual campaña orquestada por los fariseos de siempre, que ahora se atreven a tirar la primera, segunda y más piedras contra otros abusadores sexuales de niños. ¿Cabe mayor hipocresía y cinismo, cuando ellos son los que más han abusado y dañado la vida sexual de enteras generaciones de niños, dándonos una visión sórdida, pervertida y obsesiva del sexo? Tampoco faltaban -ni faltan, como vemos en los pocos casos que llegan a los tribunales- quienes en su celo apostólico pasaban a la acción, intentando confirmar, -con algunos de los que cuando éramos niños estábamos bajo su custodia, lo repugnante que resulta el ejercicio de su deformada y depravada sexualidad. ¡Y ahora ésos mismos tienen el valor de volver a exhibirse y pretender reinstaurar su mentalidad de morbosos pseudopuritanos!.-