El edificio medieval más antiguo de Lozoya fue derribado con el consentimiento municipal

La Guía de Arquitectura de la Comunidad de Madrid tiene desde hace una semana un espacio en blanco: El Portalillo, el edificio más antiguo de Lozoya, un caserón del siglo XV, ha sido demolido. El Ayuntamiento, del PP, decidió la semana pasada darle el hachazo final porque, según el concejal de Cultura, Miguel Angel Masedo, "estaba en muy mal estado y podía matar a cualquiera que pasase por el lugar". La Consejería de Cultura había advertido, en abril de 1996, al Ayuntamiento que no lo derribase porque quería que fuera rehabilitado por sus propietarios.

El concejal de Cultura, quien afirmó ayer que "lo mejor era derribar" el caserón, ha cambiado de opinión radicalmente en el último año. En abril de 1996, cuando la alcaldesa, María Isabel Riomoros, llevó a cabo el primer intento de derribo, que fue paralizado por la Consejería de Cultura, el edil afirmó: "Es un edificio emblemático. Puede ser restaurado perfectamente. Si lo derriban, « habremos perdido una parte de nuestro pasado".La edificación aparecía reflejada en la Guía de Arquitectura de la Comunidad, un compendio de los edificios más importantes de la región. De ella se decía literalmente que era "una casa medieval donde tuvo su origen el núcleo urbano", pueblo fundado en 1302.

El consejero de Cultura, Gustavo Villapalos, anunció el año pasado, cuando se anunció un primer derribo, la apertura de "un expediente de protección especial" para el caserón. Sin embargo, la medida nunca se llevó a cabo. Un portavoz de la consejería afirmó ayer que no se inició el expediente porque el Ayuntamiento no pidió oficialmente la protección del edificio. "No obstante, se le pidió a la alcaldesa que no lo derribase", indican. Finalmente, se decidió que los propietarios, varias familias, lo rehabilitasen. Como los dueños nunca llevaron a cabo estas labores, el Ayuntamiento carecía de fondos para arreglarlo y la Comunidad no ponía el dinero, el edificio ha acabado en escombros.

Los vecinos, contentos

Los vecinos de las viviendas cercanas al caserón mostraron ayer su satisfacción por la demolición: "Era una porquería de casa que estaba a punto de caerse y de matar al primer niño que pasase por allí. Ha hecho muy bien la alcaldesa en tirarlo", afirmaron.

Por su parte, Juan Manuel López, portavoz de la Asociación ecologista para la Defensa del Valle del Lozoya, calificó la demolición de "aberración". Y explica: "Lo ocurrido es incomprensible. En vez de rehabilitar la casa, el Ayuntamiento ha decidido tirarla en agosto, cuando sabían que ningún organismo público podía reaccionar. Nosotros habíamos pedido que las normas urbanísticas del pueblo incluyesen su rehabilitación. Si hay alguna posibilidad de emprender acciones legales contra los responsables de esta barbaridad, las tomaremos".

Una fotografía de El Portalillo aparecía en las primera página de los folletos turísticos que el año pasado el Ayuntamiento editó. El edificio, según el tríptico municipal, era uno de los atractivos históricos de Lozoya. De hecho, en la Guía de Arquitectura de la Comunidad (publicada en 1993) se le describe de la siguiente manera: "[En Lozoyal sólo se conserva una vivienda [medieval] en su estado original. Se trata de una edificación de reducidas dimensiones y situada entre medianerías, con dos plantas y un profundo soportal apoyado en tres pilastras de reducida altura". Un lucernario abierto en el tejado daba luz a la vivienda.

En la última visita que el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, realizó a Lozoya el año pasado, las autoridades municipales le mostraron el caserón como uno de los edificios emblemáticos del pueblo.