Muere arrollado por el metro tras subir entre dos vagones y caer

Miguel Ángel Pérez Prieto, de 21 años, murió arrollado ayer por las ruedas de un convoy del metro al caerse a la vía desde la plataforma que unía los dos últimos vagones. El accidente ocurrió alrededor de las cinco de la tarde en la estación de Sol, en la línea 3, que cubre el recorrido entre Legazpi y Moncloa. El joven intentó subirse, con el metro ya en marcha, a la plataforma que unía el tercer y el cuarto vagón. Una vez arriba, fue incapaz de guardar el equilibrio y se precipitó a la vía. El conductor del convoy no vio al joven mientras éste se subía en marcha, pero sí notó pocos segundos después que alguien se había caído, así que detuvo rápidamente la máquina. Ésta recorrió sólo cuatro metros, según contó ayer un portavoz de la compañía.

El joven murió instantáneamente, según especifica la policía, ya que el cuerpo "quedó literalmente partido en dos". Fuentes policiales añadieron ayer que el convoy en el que se subió el joven "era de los viejos, de los que permiten la apertura de las puertas que unen los distintos vagones".

Durante 1997 han muerto arrolladas por los vagones del metro, con la de ayer, tres personas. En enero, en tres accidentes distintos ocurridos sólo en tres días de diferencia, fallecieron un empleado de la compañía y un viajero, y una tercera persona perdió las dos piernas.

Hace un año, exactamente el 15 de julio de 1996, un joven de 19 años perdió la pierna derecha al caerse a la vía mientras jugaba a saltar de un vagón del convoy a otro.

Este tipo de imprudencias son habituales entre los viajeros jóvenes, según afirmaba ayer un conductor de Metro consultado por este periódico.