Yeltsin acepta más "libertad", para Chechenia, pero no la independencia

Borís Yeltsin prometió ayer a Aslán Masjádov que trabajará para que se pueda dar más "libertad" a Chechenia, pero sin otorgar a la rebelde República norcaucásica lo que su pueblo y sus líderes piden tras ganar la guerra: independencia. El presidente de Ichkeria, como los chechenos llaman a su país, se reunió ayer en Moscú con el líder del Kremlin, pero no logró convencerle de que sólo la secesión total y el establecimiento de relaciones de igual a igual podrían estabilizar el Cáucaso y, de rebote, Rusia entera.

Según el presidente ruso, es previsible "un espacio económico, aéreo y de defensa común". Incluso está dispuesto a intervenir personalmente si se estancan los trabajos de una comisión conjunta, que comenzará a reunirse la próxima semana para intentar un acuerdo global y definitivo. Sin embargo, Yeltsin dio a entender dónde está el límite al comparar esta negociación con la efectuada hace dos años con el líder de Tatarstán, Mintimer Shaimiíev. Con éste se pactó una división de poderes sin precedentes, pero, por supuesto, la República sigue siendo rusa.Si las palabras de Yeltsin pudieron resultar un tanto ambiguas, las de Iván Ribkin, secretario del Consejo de Seguridad, no dejaron lugar a dudas: "Se preservará la integridad territorial de Rusia sea cual sea la naturaleza de las relaciones con Chechenia y el tipo de tratado que se firme".

Sin embargo, Masjádov mostró ayer un gran optimismo tras reunirse con Yeltsin.El presidente checheno ofreció una conferencia de prensa en el hotel President, en el que se alojaban en la época soviética los jefes de la nomenklatura cuando viajaban a la capital del imperio, y que conserva de aquellos tiempos un antipático dispositivo de seguridad.

Un paso histórico

Ataviado con la papaja, el gorro típico caucasiano, Masjádov aseguró que, tras hora y media de reunión en el Kremlin, está convencido de que sólo Yeltsin, con su "valentía y decisión", es capaz de dar el paso histórico que permitiría resolver un conflicto que no es de ahora, sino que arrancó hace 400 años.

El problema está originado, dijo el líder checheno, por una "indefinición" de relaciones que cada 50 años provoca una crisis, como la guerra que terminó hace más de un año dejando tras de sí decenas de miles de muertos y un embrollo descomunal. En su opinión, sólo el reconocimiento de la soberanía y la independencia de Ichkeria resolvería definitivamente la cuestión, y eso iría en beneficio de la estabilidad de la propia Chechenia, tanto como de la del Cáucaso y Rusia.

"Borís Nikolaievich y yo hemos llegado a la conclusión de que hay que dar este paso", dijo Masjádov en la conferencia de prensa. La frase era espectacular, pero ninguna fuente rusa confirmó que Yeltsin hubiera, aceptado algo parecido a la independencia. La fruta aún no está madura.

Mientras Masjádov hablaba, se supo que otro equipo de la televisión rusa, el segundo en dos días, había sido liberado en Chechenia tras un asalto que costó alguna sangre (de policías y bandidos), pero no de los rehenes. El propio presidente de Ichkeria había reconocido que la industria del secuestro "es una vergüenza para el país". Pero ese problema, añadió, como tantos otros, se resolvería al día siguiente de que Chechenia fuese independiente.