Más casta, por favor
Como tantas otras veces no pudo ser ayer domingo en Las Ventas. Es duro el mes de agosto para los aficionados madrileños, que tienen que contemplar corridas bajas de casta y faenas voluntariosas las más de las veces. Aunque la autenticidad de ver el toro íntegro de pitones, y la seriedad a la hora de premiar o amonestar es garantía de un espectáculo íntegro. Pero por favor, que la empresa o a quien corresponda, contrate encierros, hierros con más garantías.José Ignacio Ramos toreó con suavidad a su inválido primero. Lo banderilleó de manera irregular. La faena de muleta estuvo bien planteada, mas aquello fue como una faena, breve, de salón y entrenamiento con un toro flojo y cándido.
Murga / Ramos, Moreno, Núñez
Cuatro toros del Conde de Murça (dos fueron rechazados en el reconocimiento) y 1º y 2º de Palomo Linares. Desigualmente presentados, salvo el 3º y 4º que tuvieron casta, el resto mansos, flojos y bajos de casta. José Ignacio Ramos: estocada trasera (palmas); estocada perdiendo muleta y descabello (ovación). Juan Carlos Moreno: Que confirmaba la alternativa. Pinchazo soltando y estocada atravesada (silencio); pinchazo hondo soltando, seis descabellos -aviso- se tumba el toro (silencio). Rodolfo Núñez: estocada desprendida (leve petición y vuelta); estocada (silencio). Plaza de las Ventas, 18 de agosto, un cuarto de entrada.
Recibió Ramos muy bien de capa a su segundo toro, al que enjaretó limpias y templadas verónicas hacia afuera, y remató la serie con dos medias garbosas. También hizo un quite por chicuelinas que concluyó con un farol airoso. Comenzó la faena doblándose a conciencia, la muleta por bajo de la pala del pitón, y después muletazos por los pitones templados. Y sucedió que el toro cambió después de esos pases de tanteo. La faena había terminado. Intentó lucirse y ya fue imposible. Mató con autoridad a sus dos toros.
Rodolfo Núñez tuvo en sus manos el toro encastado de la pobre corrida, y lo aprovechó en una faena desigual y seria. Se quedó muy quieto y le bajó la mano, consiguió series vibrantes que el público aplaudió. Por el pitón izquierdo no se acopló, su faena transcurrió casi entera por el lado derecho. Cuando más cruzado estaba le propinó el burel una espectacular voltereta, de la que se levantó sin mirarse. Le dio entonces una serie de naturales valentones y se tiró a matar con agallas.
Núñez nada pudo hacer en su segundo, el sexto, un toro inválido que a cada cite de muleta se derrumbaba. No hubo por tanto faena, era algo impensable. Hubo que colear lamentablemente al toro. Penosa escena en el ruedo.
Juan Carlos Moreno, que confirmaba la alternativa, tuvo un lote adverso. Denotó su falta de rodaje y currículum. Estuvo animoso, puso banderillas a sus dos toros, y en el toro de su confirmación realizó una faena digna. Voces de protesta, justas, salieron de los tendidos durante la lidia de los seis toros.
Babelia
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