La Universidad católica de Avila, a medio gas por falta de alumnos

La nueva y polémica Universidad católica de Avila no comenzará su actividad académica, el próximo curso a pleno rendimiento, ya que de las 14 titulaciones anunciadas sólo impartirá ocho debido a la falta de alumnado. La creación de esta universidad se hizo a iniciativa del ex obispo de la diócesis y ahora arzobispo de Granada Antonio Cañizares, cuenta con el apoyo de las instituciones de la provincia, pero está pendiente de un informe del Consejo de Estado que avale su creación, ya que pretende obviar la norma general de la LRU (Ley de Reforma Universitaria) basándose en la soberanía que otorgan los acuerdos con el Vaticano.El rector de la universidad, José Andrés Gallego, nombrado a comienzos de junio y procedente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas para sustituir al dimisionario Alfonso Pérez de Laborda, ha dicho que "a la vista de las preinscripciones y de las declaraciones que hizo Iñigo Cavero (presidente del Consejo de Estado) diciendo que no habrá dictamen del Consejo de Estado hasta finales de septiembre, se va a empezar solamente con ocho titulaciones". Gallego añadió que "el nivel de preinscripciones ha sido muy bajo en algunas carreras y, por tanto, hay que prescindir de ellas este curso, pero no en, cursos sucesivos, aunque no se renuncia a comenzar con el doctorado"

Culpa de la campaña

Aunque no se han facilitado datos de los alumnos que han formulado la preinscripción, para impartir las ocho titulaciones y que sean "económicamente autosuficientes", deben matricularse 120 alumnos, que no tendrán más de 25 profesores, cuya selección ya se ultima.

El rector, que pertenece al Opus, ha culpado del bajo nivel de preinscripciones a la "eficacia notabilísima de una campaña de puesta en duda de la viabilidad de la universidad", pero también a "los holgados plazos para la emisión del dictamen del Consejo de Estado, que no hacía ninguna falta, ya que existe uno de la Dirección General de los Servicios Jurídicos del Estado, netamente favorable de que existe con personalidad jurídica suficiente".

Además de la duda que mantiene el Consejo de Estado sobre la creación de esta universidad, los rectores españoles se han mostrado claramente en contra de la creación de esta universidad. "Es lamentable que haya que acogerse a un anacronismo extraordinario, como un tratado internacional con la Santa Sede, para intentar eludir las garantías de calidad y las normas universitarias", declaró en junio el presidente de los rectores Carles Solà.

Mientras tanto, el nuevo obispo de Ávila, Adolfo González Montes, procedente de la universidad pontificia de Salamanca, aún no se ha pronunciado sobre la universidad creada por su antecesor, mientras que las instituciones de la provincia que sustentan el proyecto consideran que la iniciativa reúne la legalidad y sigue los pasos contemplados como universidad de la iglesia en la LRU.