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Reportaje:

Atasco en las autovías gallegas

La carrera electoral de Fraga choca con las obras paradas de Pedrafita y los accidentes en el tramo de A Gudiña

Los gallegos han esperado durante años y años disponer de unas buenas comunicaciones con la Meseta. Pero ahora, que ya parecían casi listas, las autovías, esas obras ingentes y de ingeniería faraónica, se han convertido de nuevo en pasto político para la polémica interminable. La gran baza electoral de la Xunta presidida por Manuel Fraga, que esgrimía esta reivindicación eterna frente al PSOE, se ha tornado en uno de sus peores enemigos con vistas a los comicios autonómicos del próximo 19 de octubre.El líder regional del PP apura por tramos las inauguraciones de estos accesos vitales ante la incredulidad incluso de alcaldes afectados, pero a los pocos días de pasar revista en persona a los picos y las palas la maquinaria contratada para iniciar las obras desaparece o debe clausurarse por su peligrosidad un trazado ya abierto.

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Así, la oposición, los socialistas y el Bloque Nacionalista Galego (BNG), se han encontrado con un fiasco que puede poner a Fraga y al PP contra las cuerdas. El PSOE le acusa de hablar mucho de las autovías, de protestar poco ante el Gobierno central, ahora del PP, y de recortar drásticamente, en 70.000 millones de pesetas, sus inversiones autonómicas en carreteras en esta última legislatura. El BNG incluso llevará la polémica sobre los últimos accidentes, cinco desde que se abrió el nuevo tramo de A Gudiña, al Congreso de los Diputados.

Fraga colocó el pasado 31 de julio la primera piedra de las obras del puerto de Pedrafita (Lugo) en la autovía del Noroeste. Ahí quedó casi todo. Desde entonces apenas se ha registrado el menor progreso en tales obras, el último sector, recientemente contratado por el Ministerio de Fomento, para comunicar en las mejores condiciones a Galicia con el resto de España. Regidores de la zona han puesto en duda que estas obras se lleven finalmente a cabo en el transcurso de los próximos años.

Los tramos adjudicados en Pedrafíta representan actualmente el proyecto de ingeniería más importante de España por las condiciones geológicas y orográficas que se deberán vencer a lo largo de un trazado de 50 kilómetros. Requirió tres años para su redacción y ya ha sido contratada su construcción por un montante global de 72.000 millones de pesetas. La ejecución teórica se preveía en 42 meses.

El banderazo de salida de estas obras lo quiso dar el propio Fraga en persona, el pasado 31 de julio, en un acto al que finalmente no compareció el ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, cuya visita sí habla sido anunciada para la ocasión.

Imponentes máquinas compusieron un mero fondo iconográfico para el acto, ya que fueron retiradas poco después, al irse la comitiva de Fraga, por las empresas, que, según fuentes socialistas, sólo las habían alquilado para dar mayor vistosidad al acontecimiento. Desde entonces sólo permanece funcionando en el área una, con la que un obrero se dedica a limpiar el monte de tojos.

Los medios de comunicación dependientes de la Xunta han insistido durante los últimos días, no obstante, en ensalzar la buena nueva de Pedrafita, dando por hecho que las obras se están desarrollando, mientras que varios alcaldes de esta comarca de Lugo lo desmentían e incluso dudaban de que en el Gobierno central existiera una voluntad real de concluirlas.

El proyecto de presupuestos del Estado del próximo año contempla una partida para tales obras de sólo 3.000 millones de pesetas. "Eso no alcanza ni para construir dos kilómetros", indicó José Luis Coedo, alcalde de As Nogais, uno de los municipios más afectados por este trazado.

El tramo de Pedrafita es ciertamente simbólico para los gallegos y sus sufridores visitantes. Pero hay más recorridos polémicos en esta autovía. También ha sido cerrado una parte de este acceso en su vertiente sur, la que comunica con las Rías Bajas hacia Ourense y Vigo.Fraga inauguró hace unas tres semanas un tramo de 19 kilómetros en A Gudiña, municipio orensano próximo a la frontera de Galicia con la provincia de Zamora. El mismo fue clausurado días después por el abultado número de accidentes que se producían en él debido a deficiencias de trazado y señalización. Después de las oportunas correcciones, esta vía volvió a entrar en servicio. En su breve periodo en funcionamiento se llegaron a registrar hasta cinco graves siniestros, el último en la madrugada del pasado miércoles, con la consecuencia de la muerte de un mujer y su nieto, de tres años.

Todas estas circunstancias han suscitado duras críticas de los portavoces socialistas Miguel Cortizo y José Carlos Baños, que han aprovechado para acusar a la Xunta de improvisación, "por motivos electoralistas", y han invitado a sus responsables "a gastarse menos cuartos en propaganda y más en carreteras".

En 1990, según ambos diputados socialistas, la Xurita sostenía, con informes técnicos encargados a propósito, que las autovías de acceso a Galicia podían estar concluidas en un plazo de dos años.

" La Xunta hizo de las autovías su caballo de batalla mientras su interlocutor en el Gobierno central era el PSOE. Ahora ya no tienen reparos en esperar y fijar su conclusión más allá del año 2000", señaló Baños.

Ambos diputados han presentado unos datos según los cuales en esta legistatura, desde 1992, la Xunta ha dejado de invertir 70.000 millones comprometidos en su plan de carreteras "sin que nadie haya justificado o explicado a qué obedece este desvío de fondos".

Esas partidas desviadas son superiores a lo realmente invertido en estos cuatro años, que no llega a los 60.000 millones, según las mismas fuentes, que, a su vez, denunciaron como falsaria la política propagandística de la Xunta en torno al tema.

En los ocho años de gobierno de Fraga en Galicia, la Xunta, según sus propios datos, gastó 650.000 millones en carreteras. Los citados portavoces del PSOE precisaron, sin embargo, que de esa cantidad sólo corresponden a los presupuestos autonómicos 140.000. "El resto fue invertido por el Ejecutivo central, socialista, al que el PP acusaba precisamente de relegar las inversiones viarias en Galicia".

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