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Una atleta cubana y su marido piden asilo político en España

Odalmis Limonta, atleta cubana que participó en las olimpiadas de Barcelona y Atlanta, y su marido y entrenador, Pedro Figueroa, han solicitado asilo político en España, después de reunirse en Mallorca aprovechando el viaje a Atenas de la corredora para competir en los Mundiales."La decisión -cuenta Pedro- la teníamos tomada desde hace tiempo pero necesitábamos una oportunidad". La elección de Palma como destino se debe a que la madre del entrenador se casó con un mallorquín hace años y vive en la ciudad.

Para poder abandonar la isla caribeña, Pedro tuvo que recibir insistentes cartas de invitación de su madre. "Me negaron tres veces el visado y al final dejé un documento en el que me comprometía a mantener mi puesto de trabajo allí. Todo muy absurdo", indicó.

Viajó desde La Habana el 22 de junio sin saber cuál sería el futuro de su esposa, que permaneció en Cuba y participó con el conjunto de 4 x 400 que ganó la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos celebrados el día 25 de ese mes en San Juan de Puerto Rico.

Poco después, Odalmis fue apartada sin explicaciones del conjunto de su país que viajó a Guadalajara para preparar el Campeonato Mundial, aunque logró vencer las reticencias de las autoridades deportivas cubanas. "Me decían que no podía viajar con el resto porque las competiciones en Europa no daban dinero suficiente". En Atenas, el conjunto de relevos 4 x 400 femenino de Cuba no participó.

Finalmente viajó a España con otros dos atletas el 8 de julio y, burlando a los enviados de la embajada en Madrid con la excusa de entregar un paquete, se encontró en Barajas con su marido y viajaron a Mallorca.

"Nos faltaba el aire"

"Nosotros no teníamos ninguna actividad política en la isla. Tampoco teníamos problemas económicos, ya que mi madre me mandaba 15.000 pesetas mensuales en dólares y eso, y los 148 pesos que pagaban a Odalmis, eran suficientes para vivir", asegura Pedro. Pero "nos sentíamos mal, aunque en Cuba nunca dimos a conocer nuestra situación. No nos gustaba el sistema político ni la dirección deportiva", insistió. "En Cuba no veíamos futuro, nos faltaba el aire", añade la atleta, que con 25 años sueña con volver a competir.A la espera de la resolución del Ministerio del Interior, la corredora quiere "volver a entrenar cuanto antes" y ponerse "en contacto con la Federación Española o algún club". Está segura de poder recuperar la forma y correr los 400 metros por debajo de su actual mejor marca (51,23 segundos), la cuarta de Cuba.

"La familia se quedó muy deprimida, pero les dijimos que ésta es nuestra decisión", dijo Pedro, quien añade que la "deserción" de deportistas es habitual. La subcampeona mundial de longitud Niurca Montlavo "está en España desde mayo".

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