Hacienda saca a concurso 38 puestos de lotería adjudicados de antemano
El primer concurso público en 12 años para abrir nuevos despachos de lotería en la Comunidad de Madrid se está convirtiendo en motivo de frustración para cientos de personas interesadas en este negocio. Sus posibilidades de resultar adjudicatarios de alguna de las 38 nuevas plazas autorizadas por el Ministerio de Economía y Hacienda en la región son casi inexistentes: los centros comerciales que albergarán en exclusiva las futuras expendedurías eligen por su cuenta y riesgo al titular, por mucho que las bases del concurso aparecieran publicadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 18 de julio y estuvieran abiertas a todo ciudadano europeo.Desde el Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (ONLAE) se conoce esta circunstancia. Y se asume: "La actitud de estos complejos comerciales forma parte de la gestión de una empresa privada", razonan.
Ante la avalancha de particulares interesados, el ONLAE ha habilitado en su sede de la calle de Guzmán el Bueno una oficina de información sobre los pormenores del concurso. Entre 100 y 120 personas desfilan a diario por ese mostrador, esperanzadas en hacerse hueco en un sector considerado muy "apetitoso". Pero no deben hacerse ilusiones: en los centros donde se abrirán los nuevos puntos de venta alegan, sistemáticamente, que no disponen de locales libres para esta actividad o reconocen abiertamente que ya han sido adjudicados pese a que el concurso está abierto hasta el 19 de agosto.
Loterías asume que los centros comerciales entreguen los nuevos locales a "sus amistades"
Este periódico ha realizado gestiones en buena parte de estos centros para conocer qué posibilidades hay de hacerse con las codiciadas expendedurías de lotería. La respuesta, en la mayor parte de los casos, ha sido casi idéntica: "Lo sentimos, pero ese local ya está adjudicado". Otros comunicantes optaron por decir que, en realidad, no existe ningún local disponible para el negocio de los juegos de azar. "Esa lista del BOE es una cosa que la Administración ha publicado de forma unilateral", alegó un comunicante en nombre de la cadena de hipermercados Continente.¿Es posible que salgan a concurso público y universal estos locales fantasma? En el Organismo Nacional de Loterías se sonríen. "A mí, personalmente, me extraña mucho", señaló un portavoz oficial. "Cuando aducen que no hay locales libres para ubicar la administración, sucederá, sencillamente, que algún comerciante ha solicitado el cambio de actividad y el centro comercial se lo concederá". Y recalcó: "Será muy difícil que se quede libre alguna de las ubicaciones autorizadas".
Así las cosas, el proceso de concesión de este teórico concurso público queda de la siguiente manera. Uno: la Administración remite al peticionario a los centros comerciales, para que ellos, como entidades privadas, dispongan. Dos: Las grandes superficies desestiman a los candidatos con argumentos diversos. Tres: el día 19 finaliza el plazo de admisión de ofertas y los centros comerciales enviarán sus listas -presumíblemente, con un solo nombre- a Loterías; y cuatro: una comisión asesora procede a la adjudicación.
Puesto que sólo habrá una oferta por centro, el trabajo de esta comisión se presenta francamente sencillo. Basta con que el candidato cumpla los requisitos mínimos para que la plaza sea suya. La cosa es tan simple como poseer la nacionalidad española o de cualquier otro país de la Comunidad Europea, no ser funcionario ni titular de otra administración de loterías, no haber sido declarado en quiebra y carecer de antecedentes por delitos de falsedad o contra la propiedad.
El BOE dedica tres páginas a especificar los criterios de adjudicación, en función del interés comercial del local propuesto, distancia a otros puntos de venta, superficie, fachada exterior, escaparate, estudios del vendedor y experiencia laboral. A la postre, todos esos baremos resultan innecesarios.
Los despachos de lotería son vitalicios y hereditarios, lo que los hace objeto de deseo de muchos ciudadanos. J., un hombre de mediana edad que no quiere ser identificado, ya ha pasado a la categoría de los desencantados. "El mismo lunes 21 de julio me recorrí todo Madrid, centro por centro, y todos me contestaron que los despachos estaban adjudicados y con los contratos firmados", revela. Y concluye con una definición: "Yo a esto no lo llamo concurso público, sino adjudicación directa ..."
