Un órgano oficial ruso impugna la venta del 25% de la telefónica estatal
El Servicio Federal de Control de Divisas y Exportaciones de Rusia (SFCDER) ha recomendado declarar nula la subasta del 25% de las acciones del grupo Sviazinvest, el monopolio de teléfonos rusos. Telefónica de España participó en la puja celebrada el pasado mes de julio, pero perdió frente a un consorcio internacional que cuenta entre sus integrantes con el Deutsche Bank.Las recomendaciones del mencionado servicio federal tienen poquísimas probabilidades de ser atendidas, dado que contradicen las conclusiones de los órganos de seguridad, que investigaron a los participantes en la subasta antes y después de que se realizara, y las declaraciones del viceprimer ministro del Gobierno, Anatoli Chubáis.
La noticia de que el SFCDER ha concluido que la subasta realizada el 25 de julio transcurrió con "burdas trasgresiones de la ley de Regulación de Divisas" y que, por lo tanto, aconseja que sea declarada nula, fue difundida ayer por la agencia estatal RIA-Nóvosti basándose en informes de técnicos del organismo.
Sin embargo, las "trasgresiones" a la mencionada ley son exclusivamente técnicas y no ponen en cuestión la limpieza de la puja. El SFCDER constata que el Fondo Ruso de la Propiedad Estatal, la entidad gestora de la subasta, no obtuvo la licencia correspondiente del banco central para realizar operaciones con divisas (la venta de acciones por moneda extranjera) y que no se siguió el orden estipulado de presentación de los documentos de pago y registro de la participación extranjera.
Lucha de poder
La polémica privatización del grupo se ha convertido en una lucha de poderes en Rusia. En ese sentido, el jefe interino del servicio de control de divisas afirmó a última hora de la tarde de ayer que aún no han terminado las investigaciones que realizan con otros organismos oficiales y que, por tanto, las informaciones de la agencia de noticias no se ajustan a la realidad.En el hipotético caso de que se declarase inválida la subasta, tanto el adelanto como los pagos que ya se han realizado pasarían a engrosar las arcas del Estado ruso. Es decir, que el Estado se equivoca al realizar una subasta y gracias a esa equivocación la anula, se mete el dinero en el bolsillo y llama a una nueva subasta, donde todo puede volver a repetirse.
Desde el primer momento, el resultado de la subasta fue puesto en cuestión por Most, el grupo financiero ruso que iba como aliado de Teléfonica y que perdió la puja. Pero Most no alega que la subasta no haya sido limpia, sino que protesta por el hecho de que en el grupo de ganadores, además de su rival ruso Oneximbak, se encuentre un extranjero de "dudosa reputación" como, según Most, es el multimillonario George Soros.
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