Ana y Suker se lo montan
Poltergeist revisitada: encuentro clandestino de Obregón y su novio bajo el mismo techo de quien esto escribe
Hasta ahora, creí que era yo quien había sacado más partido de Harrods, que por la libra que te cobran a cambio de dejarte hacer pipí en los magníficos baños victorianos, desplegué mi estuche de manicura y me hice las uñas y callosidades de los pies tan ricamente. Pero hete allá que Lady Di siempre nos supera, y pone de moda un nuevo eslogan para los prestigiosos almacenes: "Del alfiler al caballito blanco", sustituyendo al añejo "Del alfiler al elefante", porque ya nadie quiere un paquidermo, habiendo como hay jeques sueltos por Hyde Park.Ella tiene suerte con su Saladino, después de haber sufrido tanto. No como otro musulmán, el ismaelita agá Jan, antiguo socio de Abel Matutes en una compañía de aviación, que no ha podido convertir Costa Esmeralda, la urbanización que maneja en Cerdeña, en el doble de lo que es, porque le han puesto coto a sus afanes especulativos. Costa Esmeralda fue, en los primeros sesenta, el Puerto Banús de los vástagos díscolos de la familia real inglesa, lugar paradisiaco en el que la princesa Margarita y lord Snowdon acostumbraban a reconciliarse con cargo a las dietas de la corona. Qué tiempos aquéllos.
Inciso: mientras escribo esta crónica, sumida en mis ensueños personales, un espía me comunica que Ana G. Obregón y Suker han llegado hace un rato, ¡a mi propio hotel!, y que deben de estar en la habitación dale que te pego, porque ni en la piscina ni en el restaurante se les encuentra. Qué romántico, pensar que estas mismas paredes albergan uno de los idilios más inteligentes y sutiles que hayan podido darse en las cien mejores poesías de la lengua castellana. Por otra parte, qué detallazo el de Ana, no hacérselo en la casa solariega y familiar, do mora con demás parientes y su hijo, habido de otra inteligente y sutil relación, ésta con el conde Lequio. La verdad es que no sé si seguir escribiendo... Pego la oreja a la pared, mediante vaso de espiritismo que reproduce sonidos: ¿serán, por ventura, esos susurros, los placenteros sonidos de su siesta, o, como diría Ingrid Bergman, son los latidos de mi corazón? Ni lo uno ni lo otro, es la refrigeración, que la tengo en fase Delta porque hace una calor de todos los demonios.
Es duro seguir trabajando mientras otros folgan y retozan. Y, además, con este mono de Jesulina que tengo. Aquí andan todos mosqueados porque Mariñas dijo el otro día por la tele que Marbella está mucho mejor, y es que no se dan cuenta de que aquello es irresistible por la amplia oferta en que redunda: las Chávarri, Marta y María, asaz bíblicas y con guardaespaldas municipales puestos por La Cosa y pagados por el erario público; Sonia Monroy, el nuevo ligue de Carlos Orellana, Philip Junot, Manuel de la Calva y Fran Rivera, asistiendo al recital de Ricky Martin; más la posibilidad de que pronto se estrene la nueva dizque película de Chiquito de la Calzada; Rosario y Alba Flores, que ya han ocupado Gitanillos, la casa marbellí, por lo que el ex de la también presente Lolita, Guillermo Furiase, se ha tenido que mudar a Beahavis, según acuerdo previo para no habitar bajo el mismo techo dando pábulo a la maledicencia.
Lo que de verdad le falta a Mallorca son hermanos o demás parientes dispuestos a vivir a la sopa boba de sus familiares famosos. Porque no es cierto que Álvaro de Marichalar, que tiene el título de moto náutica y además es vocal de la asociación de dicho deporte, sea un parásito, como él mismo ha venido acreditando repetidamente, poniendo ante el micrófono sus conocimientos deportivos, así como su sencillez y modestia. Pero faltan hermanos, lo noto, y por eso pienso apadrinar yo misma uno de verdad, consanguíneo que es de Manuel Benítez, El Cordobés el Joven, y que se llama Damián Díaz y sirve copas en La Bodeguita del Medio, en Portals, en espera de que el mundo de la moda, naturalmente, le abra de par en par sus puertas. El apuesto joven no quiere, sin embargo, dormirse en los laureles de la fama fácil, y ya se ha matriculado en la escuela de maniquíes de Raquel Revuelta, en donde preparará su tesis.
Está visto que para triunfar en este mundo hay que ser hermano de alguien, o ex bulímica.
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