KARINA ESTÁ ALICAÍDA
"O me hacen justicia o me voy de Galicia". Así de drástica se muestra la popular hostelera gallega Karina Falagan, convaleciente en una clínica viguesa de una caída que sufrió en su casa y que se le ha complicado con un síndrome agudo de depresión. Karina está recibiendo muchas llamadas de apoyo y reconvención, como la del secretario general del PP gallego, José Cuiña, pero echa en falta otras, como las del consejero de la Xunta, Víctor Manuel Vázquez Portomeñe, o la del propio presidente, Manuel Fraga. Amigos predilectos que tal vez sean los únicos capaces de impedir su escapada, porque Karina amenaza con marcharse al Tíbet para descansar y luego a Tejas (EE UU) para montar allí un negocio. Asegura que fue embajadora en Kenia antes de volver a Vigo y montar sus reales en la playa de Samil como "alcaldesa del Atlántico". Desde su devoción por Manuel Fraga, "más que por el PP", su carácter arrollador ha puesto muchas veces en jaque a tirios y troyanos, antes de participar en el programa televisivo de Javier Sardá Moros y cristianos. "Invertí también mi belleza y ahora me encuentro descuidada y cansada por el trato recibido", se duele Karina.-
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