Sensatez y cordura

Estimado José Manuel:Leo tu carta del 4 del corriente, y después de leerla reiteradas veces, no dejaré nunca de estarte lo suficientemente agradecido por las muestras de sensatez y cordura que en ella expresas. La tuya, para mí y otros padres, es en estos momentos un balón de oxígeno, un gesto de solidaridad y una lección de honestidad al denunciar a todos aquellos/as que pululan por ahí con motos y biclicletas sin casco y con total desprecio a su vida, a las normas de circulación y ajenos al dolor que pueden causar.

Hace unos días, la muerte rondó por mi hogar, ya que mi hijo se dio un fortísimo golpe contra un bordillo en una urbanización de Colmenar de Oreja, y ahora tengo muy claro que, si hubiera llevado el casco, los efectos no hubieran sido tan catastróficos.

En estos momentos en que te escribo a ti y a todos los padres que pudieran leer esta misiva, mi hijo sale de la oscuridad de las tinieblas y empieza a ver la luz y a sus seres queridos. No son conscientes nuestros hijos del daño que nos pueden hacer, y eso que aún les queda mucho por recorrer.

También quisiera lanzar un mensaje, no de alarmismo, sino de prudencia y serenidad, a todos aquellos padres e hijos: si van a montar en bici o moto utilicen el casco, por favor, a pesar del calor, que vayan convenientemente equipados, que se aseguren de ir en grupo, que respeten las normas de circulación y hagan buen uso de ellas. A los conductores, respeto y prudencia con los ciclistas: ¡son tan débiles ante las enormes máquinas que llevamos! A las autoridades, que no bajen la guardia, y si tienen que multar y requisar la moto al motorista que la requisen y le hagan ver la realidad. Al listillo/a de turno que va conduciendo y hablando por teléfono, una recomendación: ¡para tu coche y échate a un lado, puedes producir un accidente muy grave a pesar de que te creas muy autosuficiente! Al guardia urbano, nacional o autonómico, que tire de talonario y multa al canto. Yo me pregunto si hay tanta necesidad de hablar por el teléfono móvil.

Por último, agradecer desde lo más profundo de mi corazón a todos los vecinos su colaboración, Cruz Roja de Aranjuez, Guardia Civil de Colmenar de Oreja, a los pilotos del Sercam, al 004 de Telefónica y, sobre todo, al equipo médico que lo recibió en urgencias, y al de neurocirugía pediátrica del Doce de Octubre, que desde que mi hijo entró en estado de coma se ha volcado en él en cariño y atenciones.-