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LA LUCHA CONTRA ETA

Una vida "tranquila y sin problemas"

Los tres etarras entregados el sábado por el Gobierno dominicano al español llevaban una vida "tranquila y sin problemas aparentes", según varios vecinos de la residencia que durante más tiempo habitaron en Santo Domingo.Antxon, Makario y Peio soportaban, junto a sus dos compañeros, Belén González Peñalva y Ángel María Iturbe, una discreta vigilancia por parte del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) dominicano. Sólo era notoria cuando algún desconocido se aproximaba a su casa. Cuando llegaba un periodista o alguien que infundiera sospechosas, inmediatamente se presentaba un coche del DNI con al menos cuatro personas para evitar que se "molestara a los extranjeros".

Los cinco salían a caminar, como forma de ejercitarse, y de compras por los comercios cercanos sin vigilancia militar. Vestían camisetas, pantalones cortos, . calzado deportivo o sandalias. Los testigos dicen que "no buscaban problemas", pero que eran "muy extraños": "Caminaban sin saludar ni mirar y tampoco hablaban".

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Pese al mínimo intercambio de relaciones con ellos, los residentes de la zona casi nunca han estado dispuestos a indicarles a los periodistas o a "extraños" su residencia exacta.

A su llegada, en 1989, los etarras disfrutaron de "casi todas las libertades". Antxon estuvo colaborando con el Museo Nacional de Historia Natural y llegó a participar en viajes al interior del territorio dominicano para estudiar las mariposas.

Dinero abundante

Los etarras mantenían un buen nivel de vida, como lo demuestra el hecho de que Makario llevase encima al ser trasladado 3.500 dólares, más de medio millón de pesetas. Explicó que los había ahorrado para pagarse un arreglo dental. Según Europa Press, también Antxon llevaba encima una importante cantidad de dinero. La de Peio era algo inferior.El Gobierno dominicano les pagaba alrededor de 13.000 pesetas al mes, pero sus ingresos alcanzaban las 84.000, con cargo al Gobierno español, según ha denunciado repetidamente la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Eso, al margen de las ayudas familiares.

Además, estaban al día de las noticias ocurridas en España, ya que a diario recibían por fax una fotocopia del diario Egin y seguían las noticias españolas a través de un canal de televisión.

Los etarras permanecieron toda la jornada de ayer en el Registro Central de Detenidos de Moratalaz y pasarán previsiblemente mañana, martes, a disposición del juez Carlos Dívar, en la Audiencia Nacional.

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