El juez del caso aplaza las vacaciones

El titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Barcelona, Josep Niubó, continuó ayer la instrucción del caso sobre la red de pederastia desarticulada en Barcelona y no descartó continuar trabajando la semana que viene para contrastar datos y aspectos contradictorios del caso. Niubó, que apareció en los juzgados a primera hora de la mañana y los abandonó poco después del mediodía, afirmó que la instrucción del caso será larga y justificó la continuación de la instrucción por su parte, que en un principio debía asumir a partir del lunes el Juzgado número 25, en la existencia de asuntos muy urgentes.

El juez todavía no ha recibido el informe que elaboró el Departamento de Justicia sobre la red de pederastas y aseguró que no espera ninguna comparecencia que él no haya ordenado.

Por otra parte, la Audiencia de Barcelona ha juzgado en los últimos tres meses un total de 14 casos de abusos y agresiones sexuales a menores, en 10 de los cuales los acusados pertenecían al entorno familiar de la víctima.

Al margen de tres de los procesos, que aún están por resolver, en el resto de los casos los magistrados condenaron a los acusados, dando credibilidad a las declaraciones de las víctimas.

De todos los casos juzgados este trimestre, sólo en uno de ellos el procesado confesó la agresión sexual de la que era víctima un menor, disminuido psíquico.

El agresor consiguió una condena atenuada porque el juez tuvo en cuenta sus inclinaciones paidofilicas, originadas por trastornos afectivos en su infancia. En el resto de las causas, el informe médico fue esencial para probar los abusos, a pesar de que las exploraciones médicas no suelen dar resultados concluyentes.

Secuelas

Sólo en un 6% de los casos de menores que supuestamente han sido víctimas de abuso se detectan pruebas físicas del delito. Las secuelas psicológicas, sobre todo si los abusos han sido continuados, son más evidentes, ya que se observan cuadros anímicos de ansiedad, incontinencia, dificultad de concentración, conductas de aislamiento y poco rendimiento escolar.La mayoría de los casos juzgados llegaron a la Audiencia dos años después de haberse cometido y se les aplicó el nuevo Código Penal. Si el menor ha cumplido 12 años, las penas se rebajan considerablemente.

En caso de que las agresiones se limiten a tocamientos de los genitales de víctimas mayores de 11 años y no exista intimidación, las penas se circunscriben a multas.